La salida de Juan Barrera del Rheindorf Altach de Austria le abre un abanico de posibilidades para el desarrollo de su carrera. El capitán de la Selección Nacional de Futbol rescindió ayer su contrato en mutuo acuerdo para explorar otros horizontes que le permitan potenciar su talento.
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Los planes de Barrera son seguir jugando en el futbol extranjero. Está en un buen momento futbolístico y madurando como persona. Aún está escuchando ofertas y mirará la más conveniente.
Una sería en el Viejo Continente y otras en Sudamérica, exponen las personas más cercanas al primer jugador nicaragüense en jugar en Europa.
En todo este mes o a principios del otro podría saber con exactitud su futuro. Sabe que su escasa participación en el Altach no le afectará, porque ahí no tuvo la oportunidad necesaria para mostrarse. Además, su desvinculación se debió a esa misma situación.
Barrera llegó como volante y lució sus mejores virtudes pegado a la raya. Ahí es donde se desenvuelve bien, pero el técnico del equipo cambió de sistema de juego apostando por interiores, jugadores que se mueven más por el centro y le quitó espacios en las convocatorias, provocando su salida.
El volante ocotaleano disputó cinco partidos, uno de titular. En total jugó 133 minutos repartidos en dos partidos de Liga, dos de Europa League y uno en la Copa.