El Diriangén ha tenido 12 días para reflexionar en la derrota 1-0 ante la UNAN-Managua, en el partido de ida de la Final del Torneo de Apertura de Primera División. El conjunto diriambino, que saltaba como favorito el pasado 6 de diciembre, cayó en su propia casa, resucitando los fantasmas del pasado en su nueva aspiración al título.
Falta de concentración, dinámica y personalidad fueron las debilidades que dejaron a los diriambinos en una delicada situación para el partido de vuelta de mañana, a las 7:00 p.m. en el Estadio Nacional de Futbol. Pero esos mismos errores aseguran que no los volverán a cometer.
“El grupo está animado, el ambiente está siendo positivo, hemos respondido bien después del 1-0, se siente que hay mayor compromiso, que es lo que nos faltó”, expone el volante Carlos Membreño. “Será un partido fuerte, cuesta arriba para nosotros, tendremos que esforzarnos el doble para conseguir el campeonato. Estamos claros que será un partido intenso”, dijo.
“No jugamos para ganar en Diriamba y el resultado está reflejado. Cometimos errores, los cuales hemos tenido tiempo para afinar y recomponer el equipo. Nos dimos cuenta en qué fallamos y tenemos una segunda oportunidad y vamos con la visión que haremos las cosas bien, primero Dios”, expone Membreño.
Los diriambinos se han caracterizado por su compromiso sin importar las circunstancias o condiciones, siempre pelean hasta el final y este partido les exigirá esa virtud más que nunca. “Nos visualizamos como un equipo que va a dar todo, sin importar el resultado, porque eso no depende de nosotros, sino de Dios”, indica Membreño.
“Nos esforzaremos al máximo, seremos un equipo agresivo, presionaremos, tendremos dinámica intensiva, trataremos de manejar los tiempos, jugaremos como se debe jugar para ser campeón”, sostiene el volante capitalino, quien asegura que llegará a tiempo para jugar, tras padecer una lesión.
Al parecer el Diriangén no dejó cabos sueltos. El equipo tuvo el privilegio que ninguno otro había tenido: entrenar un par de ocasiones en el Estadio Nacional de Futbol, sede del encuentro, y eso les permitirá lucir mejor.
“Eso nos dio cierta ventaja, nos ayuda a acoplarnos en el campo, porque es algo que influye mucho en el desplazamiento del balón y las distancias entre los jugadores cuando no se conoce, además nos ayuda a adaptarnos porque es un campo difícil y el cambio de grama natural a sintética a veces perjudica a los jugadores”, apunta Membreño.