Un hecho sin precedente ocurrió para el partido de vuelta en la Final del Torneo de Apertura de Primera División: el equipo visitante, el Diriangén, entrenó tres días en el Estadio Nacional de Futbol, campo del conjunto local, UNAN Managua, denuncia el entrenador de los universitarios Edward Urroz.
No existen registros de que esto haya ocurrido con anterioridad en un campeonato doméstico nacional. Únicamente en los partidos de selecciones nacionales y torneos de clubes internacionales el conjunto visitante tiene derecho de entrenar un día ante el campo donde se jugará.
Lea: UNAN saldrá sin sus referencias ofensivas en el partido de vuelta de la final
“La Fenifut prestó o alquiló el Estadio Nacional sin consultarnos siendo nuestro campo de local, es una falta de respeto y se ve feo siendo esto una Final. ¿En qué parte del mundo se ha dado? Diriangén no fue a entrenar al Estadio Independencia para la semifinal. Si nosotros hubiéramos pedido el campo de Diriangén la Alcaldía no lo presta”, señala Edward Urroz, técnico de la UNAN.
El entrenador de los universitarios expuso que ellos no enviaron a Fenifut una protesta formal porque el Estadio Nacional está bajo la administración de la federación y que ellos tiene la autorización para jugar ahí, sin embargo insistió que no se debió permitir porque le está dando ventaja al equipo visitante a como lo reconoce Diriangén.
“Eso nos dio cierta ventaja, nos ayuda a acoplarnos en el campo, porque es algo que influye mucho en el desplazamiento del balón y las distancias entre los jugadores cuando no se conoce el terreno, además nos ayuda a adaptarnos porque es un campo difícil y el cambio de grama natural a sintética a veces perjudica a los jugadores”, apunta Carlos Membreño, volante del Diriangén.
Urroz indicó que su intención de hacer pública esta situación es para que en el futuro no se vuelva a repetir, porque no es correcto y que en la Final de mañana 19 de diciembre a las 7:00 p.m., será campeón el equipo que haga mejor las cosas.
Lea: Diriangén se equilibra con el regreso del argentino Carlos Torres