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“No hay Navidad sin Jesús”, afirma Dora Susana Castro, propietaria de Terranica Artesanos.

Nacimientos con productos artesanales

Una excelente alternativa para tener un nacimiento elaborado con productos artesanales.

Crear nacimientos, pesebres o belenes, además de instalarlos en la comodidad de su hogar y crear accesorios para árboles de Navidad es parte de lo que realiza anualmente, desde hace 8 años, Dora Susana Castro, propietaria de Terranica Artesanos.

Castro afirma que “no hay Navidad sin Jesús”, y que cada familia debería tener un nacimiento que lo recuerde, porque a juicio de ella, esta temporada “no es fiesta o regalos. Navidad es la celebración del Nacimiento de Jesús”, esto le motiva a seguir trabajando y mejorar sus diseños, que hoy son vendidos en las más importantes galerías de artes del país, y en el exterior (España, Miami y otros sitios).

En el caso que aún no tenga su nacimiento, puede optar por visitar a Terranica Artesanos, cuyo lema es “De Nicaragua para vos…”

ASÍ INICIÓ

Su interés de iniciar con este proyecto se originó en el 2007. Varios meses estuvo desempleada, luego, Castro, empieza a laborar para una galería de arte, donde apreciaba las obras de algunos de los mejores artistas plásticos y artesanos nacionales.

Es ahí donde surgió la idea de incursionar en el mundo de la artesanía, haciendo uso de la materia prima que existe en el país, “usando el lenguaje artístico nicaragüense, pero de una forma nueva. Con una expresión innovadora. Esa inquietud se transformó en plegaria. Pedí al Señor que me iluminara, que me indicara qué podía hacer. De ahí surgió la idea de hacer un nacimiento, de recrear el misterio del nacimiento de nuestro Señor, pero con un toque moderno”, contó esta artesana.

Castro alegó que ella nunca había trabajado elaborando artesanías. Es más, se graduó de la carrera de ingeniería agrónoma con estudios de postgrado en proyectos y en administración de empresas, y aunque se ha desempeñado en trabajos administrativos, nunca en nada artístico.

“Pero en ese ambiente de arte sentí la vocación por expresarme en ese idioma. Con osadía hice mi primer nacimiento y lo presenté a mis jefas en la galería. Para mi sorpresa, les gustó. Y mi sorpresa fue aún mayor cuando me di cuenta que los primeros nacimientos que hice y que se vendieron, fueron llevados al exterior, a Colombia y a Estados Unidos, y que uno de ellos fue usado por la familia que lo tiene para reunirse en torno a él y rezar la Novena al Niño Dios”, remarcó Castro.

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