A ocho meses de haber pasado por la terrible experiencia de ver como se violentaban mis derechos humanos y mi derecho de propiedad, en los sucesos del pasado Viernes Santo en la Isla de Ometepe, son muchas las personas que en los lugares que me desplazo por razones de mi trabajo o en las diferentes partes que visito con mi familia o amigos, me abordan con muestras de apoyo, alentándome a no renunciar a mi reclamo de una justa compensación.
Al respecto considero que los nicaragüenses que dentro y fuera de nuestras fronteras me han apoyado desde el mismo momento que vieron en video la forma en que eran violentadas nuestras leyes y Constitución, se merecen una explicación; la que expongo a continuación.
Después del fallo del juicio por injurias y calumnias que se siguió contra mi persona, en donde fui condenado, el procurador general de la República inició un juicio pretendiendo declarar de utilidad pública el terreno y edificio que ya había sido destruido a priori sin orden judicial alguna. Esta acción por parte del Gobierno todavía se encuentra en proceso en un juzgado de la capital, dicha acción ha dado pie a varias pláticas extrajudiciales tanto con el procurador, como con otros funcionarios del más alto nivel dentro de la nomenclatura del Gobierno.
Producto de esas pláticas hemos consensuado algunas acciones que aunque no restauran mis derechos en su totalidad, sí restituyen en parte el daño económico contra el patrimonio de mi familia. Estos acuerdos alcanzados tanto con el procurador como con otros miembros del Gobierno, según se me ha hecho saber, cuentan con la aprobación del titular del ejecutivo, motivo por el que en todo momento he creído que ese episodio negro tanto para mi familia como para la nación muy pronto será superado, aunque hasta la fecha sigo empantanado en reuniones que aparentemente caminan pero que no terminan de finiquitar lo acordado.
No quiero finalizar este escrito, sin antes hacer una promesa solemne a mi familia, a los habitantes de la Isla de Ometepe y al pueblo en general, que Milton Arcia seguirá siendo un empresario comprometido con la democracia y el respeto a los derechos humanos de los nicaragüenses y que jamás haré un arreglo de espaldas al pueblo.
Asimismo quiero agradecer de manera especial a Billy, mi yerno por haber tenido el coraje de filmar todo lo sucedido, video que ha sido compartido por más de dos millones de personas hasta la fecha. A los representantes de los derechos humanos de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) y Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH ) que me han apoyado en todo momento, al igual que a todos los nicaragüenses de buena voluntad que a diario me alientan a no desfallecer, a todos ellos mi promesa de que Milton Arcia no los defraudará.
Para terminar quiero hacer público mi agradecimiento a los hombres y mujeres de prensa, ya que sin su aporte el mundo desconocería el fantasma del pasado que nos amenaza con volver para desgracia de nuestro pueblo. A todos mis compatriotas dentro y fuera de nuestras fronteras, mis deseos que en esta fecha en que celebramos el nacimiento de nuestro Redentor, la paz y la armonía reinen en nuestras familias y que el año por venir traiga sabiduría y humildad a gobernantes y gobernados.
El autor es empresario turístico