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Blanca Nubia Castro Rivera, de 35 años (izquierda), y Brenda Liseth Real Macías, de 36 años, son nicaragüenses que descuentan condenas con preferencias en el Buen Pastor, la cárcel de mujeres de Costa Rica LA PRENSA/ JOSUÉ BRAVO

Nicaragüenses detenidas en Costa Rica sin apoyo legal

Emigraron a Costa Rica buscando mejoría económica, pero erraron el camino y hoy purgan condenas en cárcel de mujeres

El día en que Nicaragua definía su futuro en las urnas, Brenda Lisseth Real Macías quiso dejar su natal Chinandega para aventurarse hacia una mejor vida en Costa Rica.

Recuerda que aquel 5 de noviembre de 2006 madrugó para depositar su voto por quien hoy gobierna con mano dura el país, y luego, emprendió el viaje a San José, donde aprendió de la vida equivocada.

Aquí se empleó como servidora doméstica. No obstante, un día sus patrones la despidieron sin sus remuneraciones laborales. Desempleada conoció al hombre quien le enseñó los secretos de las “descuidaderas”, es decir, las artimañas usadas por mujeres que roban en tiendas, almacenes y supermercados aprovechando el descuido de los trabajadores de esos locales comerciales.

Así recorrió todo el país robando con amigos en diversos negocios. Hubo días que por robar leche, desodorantes o perfumes, que luego revendía, se ganaba unos 35,000 colones (más de 60 dólares). Hasta que cayó en manos de la justicia en San Carlos, zona norte, en el año 2009.

Ese año el Tribunal del II Circuito Judicial de San Carlos la condenó a 55 años de cárcel por cinco delitos de robo agravado, cinco privaciones de libertad y cinco ilícitos de coacción; pena que, según la legislación nacional, quedó rebajada a 24 años de cárcel.

Lea: Casi dos mil nicaragüenses presos en países vecinos

“La vida del extranjero en este país es muy dura. Mi familia en Nicaragua es muy pobre y yo tenía que mandar la quincena a mi hijo de allá, entonces tenía que rebuscármela”, reconoce esta mujer de voz grave.

“Yo robaba, no le digo que no. Es cierto que hice un daño a este país y tengo que pagar por mis delitos; pero esos delitos no dan para una condena de 55 años, porque yo no he matado a nadie ni he sido jefe de una banda de paseos millonarios, como la justicia dice”, habla esta mujer con cierta ironía.

Aparte de los robos en comercios ella fue condenada por cinco privaciones de libertad y cinco ilícitos de coacción, al vincularla con una banda responsable de una ola de paseos millonarios de San Carlos entre los años 2008 y 2009, delitos que insiste no haber cometido.

Durante el juicio cinco personas la reconocieron como muy violenta y que, al parecer, habría insinuado en varias ocasiones acabar con la vida de los retenidos. Ella y su pareja, Boanerges Agustín Jarquín Reyes, también nicaragüense sentenciado a 11 años de prisión en el mismo juicio; invitaban a sus víctimas —que generalmente esperaban el autobús en una parada— a montarse al carro en que viajaban.

Luego, cuando el auto se encontraba en marcha, los sujetos, junto con otros individuos no identificados, sujetaban a las víctimas del cuello y les tapaban los ojos. Con las manos amarradas y bajo amenaza con puñal en mano, los despojaban de sus pertenencias.

Brenda niega toda responsabilidad que no sea la de asaltar comercios. Esta mujer de 36 años es una de las 78 nicaragüenses recluidas en la cárcel de mujeres El Buen Pastor, en Desamparados, al sur de San José. Está próxima a salir de prisión por su pena rebajada y obteniendo beneficios por su buen comportamiento. Solo cumplirá siete años calendario con ocho meses de cárcel, de los cuales le quedan siete meses.

En Costa Rica unos 1,456 nicaragüenses (mujeres y hombres) están detenidos, con sentencias firmes o indiciados por haber cometido diversos delitos en ese país. LA PRENSA/ARCHIVO G. MIRANDA

CONDENADA POR TRATA

La chinandegana comparte espacio en esta cárcel con Blanca Nubia Castro Rivera, de 35 años, detenida en 2013 y luego condenada a 27 años de cárcel por trata y tráfico de personas con fines de explotación sexual.

En marzo de ese año las autoridades costarricenses rescataron a siete menores —cuatro originarias de Nicaragua— en un bar de Puerto Viejo de Sarapiquí, a unos ochenta kilómetros al norte de San José y fronterizo con Nicaragua. Ahí, según las autoridades, eran obligadas a prostituirse por Castro Rivera y Carmen Sandoval, también nicaragüense, según las autoridades. Cuando la Policía allanó el bar, una de las menores estaba en un cuarto con un cliente.

Una de las jovencitas, de 15 años, relató que fue traída desde Nicaragua con la promesa de trabajar como niñera, pero fue obligada por las dos mujeres a prostituirse a cambio de unos 10,000 colones (unos US$20) y la obligaban a consumir drogas.
Además de las menores los agentes rescataron a una nicaragüense de 28 años, quien también fue llevada a Costa Rica por medio de engaños.

Castro Rivera, de 35 años, niega la mayoría de los cargos. Sí reconoce que era dueña de un bar donde tenía cuartos de alquiler para mujeres que se acostaban con los clientes, pero a su juicio, lo hacía como una actividad normal que se repite en toda Costa Rica.

ENCARCELADAS CON “LIBERTAD”

Estas dos mujeres conviven en un pabellón preferencial de este centro penal, donde las mujeres tienen ciertas libertades, excepto la de salir del complejo. Conviven con muchas privadas más en un espacio donde tienen literas, baños y artículos de limpieza personal.

Deambulan por los edificios y sus espacios abiertos sin esposas en sus muñecas. “Aquí nos tratan muy bien. Cuando ingresé tenía siete meses de embarazo. Tuve a mi hijo en la cárcel de mujeres y me ayudaron a criarlo hasta los 3 años, me daban la leche y los pañales”, recuerda Real Macías.

Ella trabaja durante la semana en una fábrica de carpetas de cartón que una empresa nacional instaló dentro de la cárcel. Gana 50,000 colones a la quincena (un poco menos de 100 dólares) y la mayoría del dinero lo envía a su mamá a Nicaragua, quien le cuida a sus dos hijos.

Castro Rivera, por su parte, termina de estudiar primaria, dado que en Nicaragua, en La Libertad, Chontales, solo cursó el segundo grado. También trabaja acarreando alimentos a la cárcel, pero solo gana 7,500 colones al mes (menos de 15 dólares). El dinero no le alcanza en la lucha legal que tiene para rebajar su condena.

DEMANDAN ASISTENCIA LEGAL

De ahí que ambas demandan más atención del Consulado de Nicaragua, entidad que por medio del departamento legal solo les asiste con documentación para identificarse, procesos de repatriación para terminar de cumplir condena en su país natal y visitas recreativas en días festivos.

“A mí en el juicio me propusieron acogerme a un proceso abreviado para rebajar la pena, pero yo no quise porque creí poder demostrar mi inocencia, porque no había pruebas. Realmente si hubiera tenido una asesoría del Consulado me hubiera ayudado”, dice Castro Rivera.

“Porque como le digo, nosotros las extranjeras en este país no valemos nada. En el penal nos tratan bien, pero con la justicia desde que saben que uno es extranjera ya saben que vamos a ser condenadas porque la investigación no puede quedar en blanco”, se queja con acento tico esta morena mujer.

RECLAMAN ABANDONO DE CONSULADO

El principal problema que las detenidas nicaragüenses enfrentan es encontrar el dinero suficiente para contratar a un buen abogado que les ayude a presentar una revisión de sus sentencias ante la Corte Suprema de Justicia.

LA PRENSA intentó hablar con funcionarios del Consulado General de Nicaragua, en San José, pero no fue posible.
Hermes González, presidente de la Fundación para la Defensa y Promoción de los Derechos Humanos en Costa Rica, reconoce las limitaciones que la población penal nicaragüense enfrenta en juicios judiciales, así como gestionar revisiones de sus casos una vez en la cárcel.

Explica que el Consulado les envía casos a los que dan asesoría gratuita, pero si quieren revisión cobran, algo que pocos nicaragüenses pueden pagar porque no tienen familia que les apoye económicamente.

“A Daniel le digo que yo voté por él y ahora nos tiene abandonadas. Los del Consulado no se aparecen últimamente. Un día nos vinieron a engañar con un carnet, un vigorón y un fresco de semilla de jícaro. Hace años nos dieron una bolsa de jabón y un champú, eso es una ofensa para nosotros”, reclamó Real Macías. Este año, según el Ministerio de Justicia y Paz, funcionarios del Consulado nicaragüense visitaron en dos ocasiones a las privadas nicaragüenses del Buen Pastor.

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COMENTARIOS

  1. glenda lopez
    Hace 8 años

    que verguenza que supuestamente se fueron para obtener una vida major y fue peor ahora tienen que pagar las consecuencias y bien caras yo como nicaraguense siento mucha verguensa y todavia las autoridades ticas se han comportado muy humanamente bien que verguienza tienen que cumplir su condena para que respeten lo ajeno ok

  2. EL GOBIERNO DE NICARAGUA NO ES DIGNO DE REPRESENTARNOS
    Hace 8 años

    Al gobierno orteguista solo le interesa MANIPUALAR al pueblo y vivir del sudor del pueblo. Ellos estan tan entretenidos en EL PODER Y DINERO y no les importa que los ciudadanos nicaragueses sufran en el extranjeros. Por ejemplo, en New York hay nicaraguenses que han tenido problemas como lo es de DEPORTACION y el consulado no hace nada! Hay nicaraguenses que no tienen dinero ni para pagar un pasaporte y el conulado no se los DA GRATIS. Creo que el gobierno orteguista deberia crear un presupuesto para ayudar a los nicas. Por ejemplo, el consulado de MEXICO si se ve que ayudan a sus nacionales en el extranjeros. PORQUE NICARAGUA NO PUEDE HACER LO MISMO?

  3. Werner
    Hace 8 años

    El título de la noticia es engañoso, a primera vista pareciera que las autoridades Costarricenses han sido abusivas, y por el contrario, a pesar de ser delicientes comprobadas, se les ha tratado muy humanamente. Debería de especificar: “Nicaragüenses detenidas en Costa Rica sin apoyo legal …de su propio país”.

  4. carlos
    Hace 8 años

    Las personas cometen ilicitos y aun quieren que el pais les ayude, hay que saber comportarse, quien viola las leyes que se atenga a las consecuencias.

  5. galopinto
    Hace 8 años

    Este articulo en lugar de dar lastima por las protagonistas…. es mas bien vergonzoso… habla mucho de la inmoralidad de los nicaraguenses… la facilidad con que justifican su mala vida y mal actuar. Esas lacras estan mejor presas que en la calle. Dar gracias que fueron capturadas en un pais donde hay leyes, donde la coca no se convierte en talco, donde las matanzas oficiales no son “un descuido en el protocolo policial” y donde los sicarios y agresores contra las manifestaciones politicas no son “muchachos locos que no le dispararon a nadie” como dice el mesias ortega, quien justifica todo lo que a el le convenga.
    Que asistencia se les puede dar si fueron juzgadas por cometer delitos. A lo mejor se inspiraron en la treta que quizo hacer el gobierno corrupto para sacar a Julio Rocha de las garras dela justicia en el extrajero. Corrupcion y mas corrupcion.

  6. Hace 8 años

    Si saliste de tu pais a buscar mejoria, por que no te comportaste con honrradez. Los paises tienen sus leyes, y si eres extrangero debes respetarlas doblemente, si tu infringes las leyes debes pagar tu respectiva condena.

  7. AL GOBIERNO ORTEGUISTA NO LE IMPORTA NI EL CIUDADANO QUE ESTA EN NICARAGUA Y MUCHO MENOS AL QUE VIVE EN EL EXTERIOR
    Hace 8 años

    Los nicaragueses necesitamos un gobierno que responda a por el bienestar de todos los ciudadanos por igual. Es muy dificil que los ciudadanos nicaraguenses que tienen problemas en el extrajero reciban ayuda por el embajada de nicaragua porque los “funcionarios” son yoquipierdistas ya que estos ocupan CARGOS NO DIPLOMADOS EN LA CARRERA. Pero si es un familiar de alguan “funcionario”, ahi si… el gobierno les de hasta DOCUMENTOS GRATIS! Hay nicaragueses que no tienen ni para pagar un PASAPORTE y asi regresar al pais! Y el gobierno orteguista o mejor dicho el CONSULADO LES NIEGAN UN PASAPORTE GRATIS Y LES OFRECEN UN SALVOCONDUCTO QUE NO ES PRESENTABLE.

  8. Veritas
    Hace 8 años

    Claro Carlos, por que los nicas somos por desgracia el pueblo mas “mata mama” que existe en el planeta…rapidos para llorar penas ajenas (lease cubanos sin paso por Nicaragua donde los comentarios llovian) pero por los nuestros nada…por eso estamos como estamos…

  9. Guanacasteco
    Hace 8 años

    Carlos, iba a hacer el mismo comentario. “Aquí nos tratan bien” dice una de ellas, igualito al trato que le dieron a la futbolista tica que siendo inocente hasta la obligaron a desnudarse.

  10. Hace 8 años

    Que par de angelitos

  11. Hace 8 años

    Todos los consulados. A nivel del mundo es para velar x los conciudadanos de sus países pero Nicaragua es al contrario los consulados es para taparle sinverguensada al gobierno .

  12. Carlos
    Hace 8 años

    Que raro no veo que ningun nicaraguense emita comentario alguno.

    1. rommel benavides cruz
      Hace 8 años

      Vota por Daniel (el socialista, cristiano, hemano de Ahmadineyad) y se va a delinquir a otro pais. ojala lea su reportaje para decirle que le preguntele al millon de Nicas en el extranjero si les ha sido indispensable delinquir como forma de vida para salir adelante y ayudar a los suyos, o acaso pensara en la cantidad de Nicas que han sido denigrados por comportamientos como los suyos.
      pues no lo creo. ah y ahora en las elecciones, imagino si pudiera, vota por Daniel. como se parecen.

  13. Willo
    Hace 8 años

    Ambas historias lo único que reflejan es LO BIEN QUE LES HA IDO a estas dos criminales en una cárcel costarricense: solo hay que leer sus relatos. Muy diferente a como le va a quienes tienen la desgracia de caer en una cárcel nicaragüense: por ser el país un régimen de dictadura militar donde el sátrapa Ortega tiene voz y voto hasta sobre las pulgas de los perros callejeros, no es raro leer que en Nicaragua alguien está en la cárcel durante meses y meses sin juicio, sin haber sido indagado/a, sin habérsele dictaminado prisión preventiva. En ese país la policía simplemente recoge a alguien en la calle y lo lanzan a una mazmorra a podrirse durante meses y tal vez años, sin juicio, sin derechos, sin asistencia legal, sin nada. Estas dos criminales nicaragüenses deberían golpearse el pecho con una piedra bien grande, en agradecimiento al buen trato recibido en Costa Rica, al debido proceso que se les brindó, y a los beneficios carcelarios que están disfrutando – la primera llorando por 55 años, de los que va a cumplir únicamente 7, y la otra llorona hasta parió en la cárcel y se le brindó ayuda para criarlo hasta los 3 años y se le regalaron leche y pañales… Nicas hasta el fin: EN CARRETA Y LLORANDO.

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