Gracias al desplome del precio del petróleo y sus derivados entre enero y octubre de este año, Nicaragua gastó 32.9 por ciento menos que en el mismo período del año pasado. Hasta octubre el país había facturado 677.2 millones de dólares por petróleo crudo, combustibles y lubricantes, monto inferior en 332.4 millones de dólares a los 1,009.6 millones de dólares pagados en los mismos meses en 2014, detalla el Banco Central de Nicaragua (BCN).
Dicho alivio debe ser aprovechado en la reinversión de la empresas, expone el expresidente del BCN, Mario Arana.
En términos absolutos, la reducción en el precio del petróleo a nivel internacional permitió que la economía nicaragüense recibiera en esos meses un alivio de 332.4 millones de dólares en la denominada factura petrolera. Ahorro que, para Arana, se debe saber aprovechar para incentivar la inversión en las empresas, como una opción para aumentar los niveles de productividad y competitividad.
“Creo que se tienen que aprovechar todas las oportunidades posibles con el abaratamiento del costo del petróleo e invertir para reducir valores y que los sectores aprovechen esa reinversión para mejorar, porque los precios de las exportaciones no vienen siendo tan buenos como en los años anteriores”, explicó Arana vía telefónica.
Pero la merma que ha presentado el precio internacional del petróleo y respiro que permite a todos sus derivados, ¿cómo debería verse reflejado en la economía de las familias?
El economista y catedrático de la Universidad Centroamericana, Luis Murillo, explica que la relación entre la baja del petróleo y la economía local no significa una proporción similar, ya que una vez que ese bien ingresa al país hay varios agentes que entran en juego y que deben establecer margen de ganancia en el proceso de tratamiento para el fin brindado al consumidor.
“Ellos establecen precios de monopolio, pero aunque nosotros tengamos ahorro significativo, no se traslada de forma directa, porque son dos mercados diferentes”, asegura el economista, quien cree que el alivio para los derivados del petróleo en el mercado local será menor que a la baja del contexto internacional.
Y recordó la existencia de la Ley 898, Ley de Variación de la Tarifa de Energía Eléctrica al Consumidor, que establece destinar parte de ese ahorro al pago de una deuda a la Caja Rural Nacional (Caruna), fondos para proyectos sociales y para el subsidio tarifario.
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BCN DETALLA
Según el informe Estado de la Economía y Perspectivas 2016, que publicó la semana pasada el BCN, a nivel de componentes y en términos interanuales en el período de referencia, “las importaciones de petróleo crudo sumaron 270 millones de dólares, cayendo 40.1 por ciento en valor pero aumentando 10.8 por ciento en volumen”, indica.
En cuanto a las importaciones de derivados acumuladas a octubre fueron 368.7 millones de dólares, contrayéndose 28.7 ciento en valor y creciendo 31 por ciento en volumen.
Dentro de los combustibles el BCN muestra que la compra del subgrupo compuesto por gasolinas, diesel y fuel oil, sumó 308.0 millones de dólares (4.5 millones de barriles), experimentando una caída en valor de 32.7 por ciento, pero creciendo en volumen 10.7 por ciento.
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PRECIO SIGUE BAJANDO
Ayer el precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) de referencia para Nicaragua cerró en 36.81 dólares el barril, interrumpiendo así una racha alcista de cinco jornadas consecutivas de ganancias y perdiendo 1.29 dólares respecto al cierre del pasado 24 de diciembre.
Una situación que, para Arana, podría continuar debido a los niveles de producción que ha alcanzado Estados Unidos, mismo que ha tenido que ofrecer.
