La cuidad brasileña de Río de Janeiro espera que su tradicional fiesta de Fin de Año le genere ingresos por casi 680 millones de dólares en medio de la recesión que azota a Brasil.
“La crisis es difícil pero en el sector del turismo obtenemos buenos resultados. El brasileño se queda en el país y Río será siempre un destino importante para quien desea viajar”, dijo el secretario municipal de Turismo de Río (Riotur), Antonio Pedro de Mello.
Río de Janeiro espera 850,000 visitantes brasileños y extranjeros para la noche del 31 de diciembre y celebrar el inicio del año en que la ciudad acogerá en agosto los Juegos Olímpicos, dijo De Mello. “Los turistas aportarán casi 680 millones de dólares”, añadió.
La ocupación de los hoteles de la zona de Copacabana, en donde se montará el espectáculo de fuegos artificiales, es de 88 por ciento contra 73.8 por ciento del año pasado.
Once baterías de fuegos artificiales se activarán en el pasaje del 31 diciembre al 1 de enero y abrirán un show de 16 minutos que consumirá 24 toneladas de fuegos artificiales.
La devaluación del real ante el dólar atrae a los turistas y, a la vez, orienta a los brasileños hacia el turismo interno, estimó. La moneda brasileña había iniciado la última semana del año con una alza de 2.38 por ciento, según datos de la consultora de mercado CMA en Sao Paulo, pero luego volvió a retomar la tendencia a la baja. El real se cotizó ayer a 3.874 unidades por dólar. En lo que va del año el real ha perdido más del 31 por ciento de su valor ante el dólar, profundizando la depreciación del 13 por ciento que había registrado en 2014.
680 millones de dólares espera captar Río de Janeiro durante la celebración de Fin de Año a la que se espera la asistencia de 850,000 personas, entre nacionales y extranjeros