El papa Francisco declaró la Misericordia como el gran reto del año 2016, para que sea una experiencia de vida hacia transformada en amor, tolerancia y justicia.
Monseñor Silvio José Báez, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, asegura que la Misericordia será el hilo conductor para toda la Iglesia católica en el 2016.
“La experiencia de la Misericordia hacia las personas más pobres y olvidadas será el hilo conductor para este año 2016”, reflexiona el jerarca católico.
Báez asegura que el papa Francisco, declaró Año Jubilar de la Misericordia el 2016, con el cual se quiere experimentar una vida encaminada a experimentar el amor y la preocupación hacia las personas más débiles, olvidadas y marginas por el sistema.
“Gran parte de la predicación del papa Francisco, sus gestos y acciones van estar orientadas a animar esa experiencia misericordiosa en las Iglesias locales”, señaló el Obispo Auxiliar.
En ese contexto el guía espiritual, afirma que la Misericordia tiene que manifestarse en la vida cotidiana a través de las acciones y hechos concretos.
“La misericordia se vive con hechos concretos a través del perdón, la ternura y el amor en el Señor”, medita Báez.
LA CLAVE PARA TRANSFORMAR EL MUNDO
Báez aseguró que el papa Francisco está convencido que la experiencia de la Misericordia Divina transformada en obras concretas de Misericordia humana unos con otros, es la clave para transformar el mundo.
Sin embargo, Báez, señala que la Misericordia tiene que venir acompañada con la justicia
“El papa en el 2016 continuará pronunciando una palabra profética clara contra lo que el llama la mundanidad, dentro y fuera de la Iglesia”, señala el guía espiritual.
En ese sentido añade “tolerancia cero contra los abusos a menores por parte de gente de la Iglesia. No se puede concebir que un sacerdote consagrado al servicio de la Iglesia pueda dañar a los niños”, meditó Silvio Báez.
“La Misericordia es salvar a las personas, dándoles una oportunidad a quien ha cometido un delito. La persona no puede nunca ser anulada ni destruida, pero por otra parte quien ha cometido un delito tiene que enfrentar la justicia”, advierte monseñor Silvio José Báez.