Automóvil y motocicleta es el medio de transporte y de trabajo. Muchos hacen sacrificios y ahorran para obtener un vehículo que le será de gran utilidad en su vida.
En años anteriores la cantidad de accidentes de tránsito era mínima en comparación con la época actual, motocicletas y autos se han convertido en armas mortales, dejando luto y dolor en las diferentes carreteras a lo largo y ancho de nuestro país.
Según los informes de la policía de tránsito, las muertes por accidentes en este año han superado las cifras del año anterior con un equivalente de más de un fallecido por día donde las víctimas son quienes conducen las motocicletas.
Estos resultados se obtienen por manejar en estado de ebriedad, irrespeto a las señales de tránsito, falta de cortesía como conductor, irresponsabilidad de los padres al proporcionar a los jóvenes un vehículo sin contar con la edad correcta para conducir, exceso de velocidad entre otras, demostrando falta de conciencia y de respeto por la vida.
Es triste y frustrante ver por la televisión que los accidentes están a la orden del día, provocando la muerte de niños, jóvenes, ancianos y familias enteras que perecen en las carreteras ante la impotencia de las autoridades, bomberos y personal de Cruz Roja por salvarles la vida.
Duele ver escenas de dolor de los familiares al reconocer a sus víctimas que murieron cuando se dirigían a su trabajo, es triste que vidas muy jóvenes queden truncadas a manos de un irresponsable que no midió las consecuencias al realizar una mala maniobra y huye del lugar sin importarle el daño que ha causado.
Es hora de hacer un alto y pensar en las personas que circulan a nuestro alrededor, valoremos la vida, respetemos la señales de tránsito, pongamos en práctica las normas de cortesía a la hora de manejar y disfrutemos responsablemente sin provocar dolor a los demás.