Difícilmente en Centroamérica habrá otras dos naciones que tengan tanta similitud cultural y compartan tantos desafíos como Nicaragua y Costa Rica. La larga historia de conflictos de todo tipo ha impedido que entre vecinas acuerden una agenda común que les permita el desarrollo.
Así lo piensa el analista político Claudio Alpízar, para quien los fallos del 16 de diciembre de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, en los que triunfó Costa Rica, creó un ambiente propicio para que los dos países busquen acercamiento después de cinco años de relaciones al mínimo nivel. No obstante, en la práctica ninguno da el paso.
¿Cómo están hoy las relaciones bilaterales Costa Rica Nicaragua?, después de los fallos de La Haya en diciembre, cuyos procesos generaron tensiones
Las relaciones se mantienen frías. Uno podría decir como los médicos que están estables, lo cual no quiere decir que hayan mejorado. Están iguales pero deberían buscar un acercamiento y aprovechar el momento para mejorar las relaciones entre ambos países, que son fundamentales.
¿Habrá diálogo este año?, tomando en cuenta que los países tienen que negociar el pago de Nicaragua por daño ambiental en un humedal fronterizo costarricense y aún tienen un proceso en La Haya sobre límites marítimos
Elemento importante declaraciones del Papa que llama a ambos países a dialogar, la Primera Dama de Nicaragua (Rosario Murillo) planteó públicamente la disponibilidad de conversar, nuestro país tiene que aprovechar 12 meses, revisar los costos de los daños que según La Haya Nicaragua debe resarcir a Costa Rica. Me parece que es la oportunidad de tocar todos estos temas, inclusive para que ese dinero sea en beneficio de ambos países. Caería muy bien que Costa Rica le dijera a Nicaragua que ese dinero se va invertir en las mejoras de una zona donde hay una comunidad que no se fija en zonas limítrofes, sino de gente que de uno u otro lado del río y donde no hay río, comulgan y conviven diariamente y necesitan que los gobiernos de ambos países tengan cercanía.
Me da la impresión que a la distancia ambos dicen estar dispuestos al diálogo pero ninguno da el paso, hay un error en pensar que quien da el primer paso baja la cabeza ante el vecino, creo que lo cortés no quita lo valiente.
En medio de diferencias diplomáticas el intercambio comercial no se ve afectado…
Ambos países saben de las necesidades que tiene uno del otro. Nicaragua sabe lo que significan las remesas de nicaragüenses que viven en Costa Rica para la economía nicaragüense, ese es un escape al desempleo nicaragüense para quienes vienen a trabajar acá. Costa Rica tiene claro que la economía necesita la mano de obra nicaragüense. Nicaragua es el paso terrestre de las exportaciones costarricenses a Centroamérica y todo México
¿Porqué los pueblos pagan los platos rotos entre políticos?
Los que más tienen que enfrentar las molestias son los ciudadanos nicaragüenses que trabajan en Costa Rica, pueden sufrir menosprecio a su trabajo y humillaciones, por cosas que se generan alrededor de los gobiernos que no han tenido voluntad de acercarse. Los pueblos se ven obligados a sufrir momentos de desavenencias porque hay momentos de coyuntura política en el que sus gobiernos quieren levantar un poco el patriotismo para mejorar imagen de gobernantes con bastante desprecio ciudadanos.
¿Seguirán viniendo a Costa Rica los nicaragüenses aún con esas complicaciones?
Es una necesidad mutua, el nicaragüense puede ser que en muchas ocasiones reciba algunos tratos xenófobos en nuestro país, pero es claro que ellos ocupan el trabajo y Costa Rica ocupa la mano de obra.
Igual hemos visto costarricenses detenidos en Nicaragua que se asustan, hay dos o tres casos que les preocupa a empresarios costarricenses de trasladarse a Nicaragua y ser detenidos sin razón, pasar varios meses detenidos. Eso tampoco le conviene al gobierno nicaragüense, aquí que cabe es la racionalidad, diplomacia, comprender diferencias de los países pero a la vez comprender tantas cosas que nos tiene unido por cultura, por geografía que deberíamos estar compartiendo una frontera muy necesaria para el desarrollo de los países.
El analista
Claudio Alpízar Otoya, es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad de Costa Rica, Master en Estudio para el Desarrollo en América Latina por la Universidad Nacional y candidato a PhD (doctorado) en Gobierno y Políticas Públicas.
Conferencista, asesor y consultor especializado en temas de gobernabilidad, gobernanza, comunicación política y marketing político. Analista político sobre temas nacionales e internacionales; director de Noche Sin tregua, programa especializado en la crítica y el análisis socio-político. Profesor en la Universidad de Costa Rica en la Escuela de Ciencias Políticas, en la Escuela de Administración Pública y en la Maestría de Administración Universitaria. Profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Internacional de las Américas.