El Consejo de Seguridad de la ONU anunció que adoptará “medidas significativas” contra Corea del Norte por el ensayo nuclear del miércoles 6 de enero, pero no aclaró si habrá sanciones adicionales a las que están vigentes desde hace una década.
El consejo, que no tenía reuniones previstas, fue citado con carácter de urgencia tras difundir el régimen de Pyongyang que había realizado una prueba nuclear, en violación a las resoluciones de la ONU.
Se trata de la cuarta prueba nuclear norcoreana que se conoce, a partir de 2006, el año en el que el Consejo de Seguridad aprobó la primera de cuatro resoluciones condenando esos ensayos e imponiendo sanciones económicas y políticas a la nación asiática.
Tras la reunión, que se prolongó por unas dos horas, en debates a puerta cerrada presididos por el embajador uruguayo, Elbio Rosselli, el consejo calificó la prueba nuclear como una “clara amenaza a la paz y la seguridad internacional”.
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La declaración que leyó Rosselli al final de la cita, sin aceptar preguntas, recuerda que en ocasiones anteriores habían amenazado a Corea del Norte con adoptar “medidas significativas” en caso de que siguiera con sus ensayos nucleares.
“De acuerdo con ese compromiso y con la gravedad de esa violación, los miembros del Consejo de Seguridad comenzarán a trabajar inmediatamente sobre esas medidas (que serán recogidas) en una nueva resolución”, dice la declaración.
La reunión fue solicitada por Estados Unidos y Japón, dos países miembros del consejo, y también por Corea del Sur, según precisó el embajador japonés ante la ONU, Motoshide Yoshikawa.
Pero, a pesar de la insistencia de los periodistas, Yoshikawa evitó pronunciarse sobre la posibilidad de que la nueva resolución que debe aprobar el Consejo de Seguridad vaya a incluir sanciones adicionales al régimen de Corea del Norte.
“No sólo sanciones es lo que hemos ofrecido al Consejo de Seguridad”, agregó el diplomático.
Lo que está analizando ese órgano son “algunas ideas” o una “serie de medidas”, con un contenido que se espera sea “sólido”, sin que se haya fijado un plazo, aunque, según el embajador nipón, los trabajos se harán “rápidamente”.
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“Ojalá que cualquier acción que se adopte llegue a la mente de los líderes de Corea del Norte”, insistió.
La ONU impuso en 2006 una serie de sanciones contra Pyongyang que incluyen el embargo de armas, la prohibición de viajes de determinadas personas y otras medidas económicas contra instituciones y empresas que puedan estar detrás de estos ensayos.
A pesar de ello, el régimen de Corea del Norte es el único en todo el mundo que ha realizado ensayos nucleares durante el siglo XXI. Además de la detonación de hoy, las anteriores han sido en 2013, 2009 y 2006.
Poco antes de que comenzara la reunión del consejo, el secretario general de al ONU, Ban Ki-moon, calificó el ensayo nuclear norcoreano como “profundamente inquietante”, y exigió a ese país que cese inmediatamente esas pruebas.
“Este acto es profundamente desestabilizador para la seguridad regional y socava gravemente los esfuerzos internacionales para la no proliferación”, afirmó Ban en una breve declaración a los periodistas afuera de la sala del Consejo de Seguridad.
CONDENAS INTERNACIONALES
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) dijo que si se confirma que efectivamente se ha realizado la prueba supondría una clara violación de las resoluciones de la ONU, mientras que EEUU adelantó que en ese caso responderá “apropiadamente”.
“Continuaremos protegiendo y defendiendo a nuestros aliados en la región, incluida la República de Corea (Corea del Sur), y responderemos apropiadamente a todas y cada una de las provocaciones de Corea del Norte”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby.
El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, condenó “enérgicamente” el nuevo ensayo nuclear norcoreano, y aseguró que su país dará una “firme respuesta” ante lo que considera una “grave amenaza” para su seguridad que no va a “tolerar de ninguna manera”.
“Viola claramente las resoluciones del Comité de Seguridad de las Naciones Unidas y es un desafío grave contra las medidas que estamos llevando a cabo para lograr la desnuclearización mundial”, insistió el primer ministro nipón.
Abe aseguró que Japón, que recientemente fue designado país miembro no permanente del Comité de Seguridad de la ONU, estrechará su cooperación con Estados Unidos, Corea del Sur, China y Rusia “para tomar medidas integrales”.
Corea del Sur “condena enérgicamente a Corea del Norte por llevar a cabo una cuarta prueba nuclear en una clara violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad”, expresó por su lado el Ministerio de Exteriores de este país en un comunicado.
Seúl se ha comprometido a cooperar con Estados Unidos y otros países para dar las respuestas necesarias, entre ellas ampliar las sanciones que la ONU ya impone a Corea del Norte por sus anteriores ensayos atómicos y de misiles.
La presidenta surcoreana, Park Geun-hye, convocó una reunión del Consejo Nacional de Seguridad, mientras que las fuerzas armadas elevaron el nivel de alerta de las tropas y extremaron la vigilancia.
China rechazó con firmeza el ensayo atómico norcoreano, y pidió al régimen de Pyongyang que mantenga su compromiso con la desnuclearización de la península coreana.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Hua Chunying, anunció que Pekín llamará a consultas a un representante norcoreano, sin detallar si sería el embajador.
Asimismo leyó una declaración en la que, además de expresar la repulsa de su Gobierno, aseguró que “China no sabía nada” con antelación al ensayo.
El tono de esta declaración es el más duro mostrado en mucho tiempo por China hacia Corea del Norte, que tiene en Pekín a su principal apoyo político y económico, pero la relación bilateral está muy lejos de pasar por su mejor momento.
“China cumplirá sus obligaciones internacionales y trabajará con la comunidad internacional para hacer realidad el objetivo de la desnuclearización de la península coreana”, añadió.
Francia, uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, también reclamó “una reacción fuerte de la comunidad internacional”, en lo que aparece claramente como un primer paso para endurecer las sanciones contra el régimen norcoreano.
El presidente francés, Franois Hollande, calificó de “inaceptable” la prueba nuclear y reclamó “una reacción fuerte de la comunidad internacional”.
En Taiwán, el presidente Ma Ying-jeou, convocó una reunión de seguridad al más alto nivel para tomar medidas y pidió a las unidades de seguridad nacional que sigan muy de cerca la situación, dada la relativa cercanía de la isla a Corea del Norte.
Por último, la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, pidió a Corea del Norte que se involucre de nuevo en un diálogo con la comunidad internacional y ponga fin a su “comportamiento ilegal y peligroso”.