Actualmente es común que un hombre y una mujer decidan irse a vivir para formar su propia familia, es una aventura donde dos personas totalmente desconocidas emprenden un viaje, en el que solo el tiempo puede asegurar si será duradero o no.
Hay hombres que asumen responsablemente su rol de padres y se convierten en un ejemplo positivo para sus hijos brindándoles afecto, confianza, orientación con valores morales, tristemente en nuestro país este grupo alcanza un bajo porcentaje.
Muchas mujeres son abandonadas con uno o más hijos y tienen que luchar solas para garantizar a la familia la satisfacción de las necesidades básicas y trabajan fuera del hogar, dejando la responsabilidad de sus hijos en terceras personas sean estos abuelos o familiares cercanos.
La madre es para un hijo símbolo de seguridad, quien mantiene el equilibrio y las relaciones armoniosas entre todos los miembros de la familia, quien administra el dinero, atiende al hijo cuando está enfermo y se preocupa por su aprendizaje y educación, quien da la cara cuando hay una situación de gravedad.
De todos los roles que desempeña una mujer, el de ser madre es el de mayor importancia, por lo tanto debe preocuparse por dar a sus hijos un tiempo de calidad, atender sus necesidades personales, dudas e inquietudes, brindarles confianza, preocuparse por el avance en sus estudios solamente así podrá obtener excelentes resultados.
Es triste cuando la madre delega su responsabilidad, por el motivo que sea, pierde la autoridad ante sus hijos, desconoce su desempeño escolar, se pierde las mejores etapas en su aprendizaje, los resultados obtenidos no son los mejores, se siente frustrada al ver que ha invertido dinero en algo que no es aprovechado.
Como mujeres trabajadoras y con ocupaciones en el hogar debemos priorizar el rol de madres, por muy cansadas y ocupadas que estemos dar siempre a nuestros hijos el lugar que se merecen solamente así podremos crear ciudadanos seguros, responsables y con deseos de superarse cada día.