El invierno en Berlín llegó cuando ni la naturaleza misma contaba con él. Hasta finales del 2015 el calentamiento global se hizo presente el el norte de Alemania manteniendo 12 grados sobre cero de promedio en promedio. Las temperaturas primaverales que hicieron florecer hasta los cerezos fuera de temporada.
No obstante, puntal con el año nuevo las temperaturas cayeron a menos 12 grados bajo cero en la capital alemana, convirtiendo a la ciudad en un panorama blanco y negro. 20 grados de diferencia en menos de 48 horas.
Sus consecuencias negativas afectan sobre todo a un sinnúmero de refugiados que aún viven en casas de campaña en los centros provisionales de refugio de Berlín.
Mientras tanto la ciudad sigue su curso habitual y su panorama se convierte en un cuadro en blanco y negro, su principal río se cubre tras unos días de una fina capa de hielo interrumpida por los pocos barcos que aún circulan por la ciudad.
Para el fin de semana las temperaturas se anuncian cálidas llegando a rozar los 6 grados sobre el punto de congelación.