“No sé hacia dónde voy”: el horizonte de Michel Platini, que anunció el jueves la retirada de su candidatura a la presidencia de la FIFA es una incógnita después de haber sido suspendido el pasado 21 de diciembre por ocho años de toda actividad relacionada con el futbol.
Anunciando él mismo al diario deportivo L’Équipe su renuncia a presentarse a las elecciones presidenciales de la FIFA, Platini, cuyo nombre quedó manchado, se ahorró una carrera contrarreloj en la resolución de eventuales recursos.
El presidente de la UEFA fue suspendido por la justicia interna de la FIFA por ocho años de cualquier actividad en el futbol debido al controvertido y sospechoso cobro de 1.8 millones de euros de parte de Joseph Blatter, en 2011 supuestamente por un trabajo de asesoría concluido una década antes sin mediar contrato escrito. El presidente dimisionario de la FIFA también fue suspendido ocho años por este motivo.
La Cámara de Enjuiciamiento de la Comisión de Ética de la FIFA estimó que hubo “conflicto de intereses”, “abuso de posición” y “gestión desleal”.
Platini dijo que el cobro de esa cantidad respondía al pago de un salario establecido mediante un contrato oral. “En nuestra época, tener un acuerdo oral es totalmente irresponsable”, comentó el príncipe jordano Ali, uno de los cinco candidatos todavía en liza para la presidencia de la FIFA. “Con mi dinero, soy más bien poco cuidadoso”, admite el exfutbolista de 60 años, ganador de tres Balones de Oro durante su exitosa carrera.
¿Y cómo ve ahora Platini la sucesión de Blatter en la FIFA? “Ninguno de los candidatos habla de futbol”, sentencia. Incluyendo por lo tanto a Gianni Infantino, su número dos en la UEFA, que se presentó a la carrera electoral como “plan B” de su organización por si Platini no podía concurrir. En su entrevista, Platini no dedica ninguna palabra al suizo-italiano, en teoría un estrecho colaborador.
ESPERA SEGUIR EN LA UEFA
La exestrella de la Juventus y de la selección francesa espera ahora poder limpiar su nombre y que su castigo sea anulado para poder seguir como presidente de la UEFA antes de la Eurocopa de Francia-2016, una cita especialmente importante para él, que guió a los Bleus al título continental en la otra Eurocopa en su país, en 1984.
“Que me prohíban ir a la FIFA puedo comprenderlo, pero ¿qué relación con la UEFA, con la Eurocopa?”, se pregunta en sus declaraciones a L’Équipe.