Con la tala de uno de los últimos árboles de malinche, a escasos metros de la antigua estación del ferrocarril, en el barrio La Línea, concluye la hermosura inmensa de esta especies en flor que pasó a ser historia en Chinandega. Era uno de aquellos árboles y sus vainas que adornaban las orillas de la vía Panamericana y de la antigua línea férrea.
En la década de los cincuenta del siglo pasado, el Ministerio de la Construcción, concretó el proyecto de plantar miles de árboles en las orillas de la vía Panamericana, ahora son historia.
Los propietarios del árbol, cortado el pasado viernes, dijeron que estaba muy alto y amenazaba la vivienda, por lo que ahora decidieron sembrar un nim, un laurel de la India y dos más de otra especie, aseguraron.
El transportista Ramiro Lezama se mostró indignado por el corte del árbol. “Tenemos la culpa del deterioro del medioambiente, qué manera de desbaratar la flora; ese árbol de malinche, como los animales, están en peligro de extinción”, dijo Lezama.
Mientras que Rosita Narváez, vecina del lugar, opinó que de su parte plantaría más árboles en su patio de los que ahora tiene, que le generan una envidiable sombra.
A Narváez no se le ocurre cortarlos, por el contrario, asegura que son benéficos para su salud y estado de ánimo.
Griselda Torres, vecina, reconoció que de esa especie de árbol de malinche ya no hay muchos en el departamento, pero indicó que el que talaron era un peligro para los chavalos que jugaban futbol en la calle.
“Aunque ahora se nos va a venir todo el resplandor del sol”, mencionó Torres.
Sobre las temperaturas, las autoridades de Ineter (Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales) han previsto que aumentarán en los próximos días y pese a que los árboles ayudan a paliar el calor, los pobladores no atienden las recomendaciones de conservarlos en lugar de talarlos.