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Chester Membreño

Agonía del socialismo bolivariano

Para los que aún dudaban del estado calamitoso de las finanzas y la economía del socialismo bolivariano la derrota del régimen chavista en las recientes elecciones parlamentarias no dejan lugar a dudas de que el mismo está en total estado de agonía.

Durante varios años, varios colaboradores del Diario LA PRENSA hemos tenido la capacidad intelectual de denunciar, pronosticar, dar a conocer en este medio, todas las arbitrariedades contra el pueblo venezolano y su inevitable caída. Pero muchos creyeron que era propaganda de opositores.

El socialismo del siglo 21 no fue distinto a los socialismos históricos latinoamericanos, sino más de lo mismo: populismo, autoritarismo, represión, desabastecimiento, hambre, pobreza, tarjetas de racionamiento de alimentos y de abastos. Igual a Cuba, igual a Nicaragua de los años ochenta, igual a Salvador Allende, en Chile.

Las finanzas bolivarianas son un desastre. Conforme a datos del año 2014 la deuda del sector público al cierre de ese año alcanzó los US$249,523 millones, de los cuales US$121,688 millones correspondían a endeudamiento del Gobierno central (burocracia, sobresueldos, pago de supernumerarios, bonos, préstamos multilaterales); US$46,153 millones a la deuda de PDVSA, US$19,564 millones al gobierno chino por financiamiento contra garantía petrolera; US$11,359 millones en concepto de indemnizaciones pendientes de pago por confiscación de empresas privadas y nacionalizaciones no canceladas, entre otros.

Por demás está decir que Venezuela también ha enfrentado crisis energéticas y reducción de su capacidad productiva petrolera, (límites establecido por OPEP) por la caída de los precios internacionales del petróleo, improductividad del país en materia de alimento y granos básicos, disminución del valor de PDVSA por falta de inversión en infraestructura y tecnología, una red empresarial y exportaciones del sector privado en ruinas y un sistema económico que ahoga la eficiencia y el incentivo a la iniciativa privada con controles de precio, persecución comercial y despilfarro de sus recursos naturales hacia el extranjero (Petrocaribe, el Alba, Unasur).

En este oscuro panorama político venezolano se lleva a efecto una investigación internacional por la pérdida de más de US$27,000 millones en concepto de exportación de petróleo (transferencia ilícita) a países del bloque del Alba (Cuba, Bolivia, Nicaragua, Guyana) y que no presentan respaldo legal ni contable. Esto es resultado de la reciente victoria de la oposición venezolana y de todos los demócratas a lo largo del continente latinoamericano, que con nuestras denuncias y protestas hemos puesto en el radar internacional el despilfarro de los recursos venezolanos.

En general la caída del chavismo representa una victoria contundente para los latinoamericanos que no comulgamos con el autoritarismo socialista y en especial para los que de una u otra forma nos hemos opuesto al avance del socialismo bolivariano en Nicaragua. Protestando en las calles, en las redes sociales, denunciando los abusos en los medios de comunicación, hemos puesto un muro de contención al avance del colectivismo, la propaganda oficialista, la confiscación de medianos y pequeños empresarios, el costo de la vida, la corrupción generalizada, la represión política, el chantaje ideológico… Esta lucha no ha sido en vano. Hay un detente a la empresa PDVSA, centro financiero de toda esta aventura dictatorial y un alto a los planes expansionistas del socialismo del siglo XXI.

El Autor es Abogado y Notario Público

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