El juez Edén Aguilar, titular del Juzgado Tercero de Violencia, condenó a 27 años de prisión al profesor de Música, Roberto García Sosa, por violación agravada y abuso sexual en perjuicio de un niño de 7 años.
La violación y el abuso se dio por dos años consecutivos y de forma reiterada en un baño del Colegio Centro América, según probó la Fiscalía durante el juicio, que duró seis largas audiencias, el año pasado.
De los 27 años, 15 son por violación agravada y 12 por abuso sexual, es decir, aplicó la pena máxima en cada delito.
El judicial mandó a cumplir la sentencia de forma sucesiva, es decir, empezar a cumplir la pena más alta primero y luego seguir con la menor, por tanto su pena se extinguirá el 28 de diciembre del 2042, en el Sistema Penitenciario Nacional conocido como “La Modelo”.
El condenado está preso desde el 29 de septiembre del 2015, después de que los padres del menor interpusieran la denuncia en la Policía Nacional. El 5 de diciembre del año pasado fue declarado culpable de los cargos acusados por la Fiscalía.
En ese momento el judicial fundamentó su fallo explicando que las psicólogas y psiquiatras, tanto privadas como públicas del Instituto de Medicina Legal que atendieron al niño, coinciden en su diagnóstico al decir que la víctima tiene daños psicológicos graves por experiencia de violencia sexual vivida en el colegio.
Las forenses señalan que el relato de la víctima es creíble, coherente, claro, preciso y coincide con las descripciones sensoriales de olor, movimientos, respiración del profesor cuando sostenía el acto sexual en la boca del menor.
“Estos aspectos que describió el niño no pueden ser inventados, solo pueden ser narrados por alguien que los ha vivido”, dijo el juez Aguilar.
RECOMENDACIÓN JUDICIAL
El juez Aguilar mandó a la víctima a recibir atención en salud mental por el daño psicológico grave que tiene y al condenado a recibir atención psicológica por dos años, para modificar su conducta violenta y evitar reincidencia.
El procesado escuchó su pena como si ya la esperara, de lo más normal, sin mayor expresividad en su rostro y no quiso hablar con los medios de comunicación. En la sala también estaba presente la esposa del profesor, quien después de escuchar la condena abandonó el salón.
También recomendó al Colegio Centro América y al sistema educativo en general reforzar el área de atención psicológica escolar, para identificar de forma temprana si un niño, niña o adolescente está sufriendo cualquier tipo de violencia, no solo por rendimientos académicos. “Este caso fue descubierto por psicólogos de fuera del colegio”, dijo el juez.
La psicóloga escolar del colegio mostró desinterés en conocer las circunstancias particulares vividas por el niño. “Guardó distancia, ubicándose desde una perspectiva institucional. Se preocuparon de la situación académica del niño, pero no de su parte sentimental, del origen de ese rendimiento”, agregó el judicial.
Aguilar en la sentencia además instó a elaborar un plan para evitar violaciones y posible discriminación a estudiantes. El juez dijo en su fundamentación de sentencia que toda la prueba coincidió y que un niño no tiene interés en hacer daño.
DEBATE DE PENA
En el debate de pena la fiscal Belissa Martínez solicitó las penas máximas por cada delito. Por abuso sexual pidió 12 años de cárcel por ser la víctima un niño y que el profesor actuó con ventaja, superioridad, dominio y control de las circunstancias.
Por la violación agravada pidió 15 años, argumentando los mismos elementos.
Según el Ministerio Público, el profesor de Música, Roberto García, mantuvo amenazado al niño durante los años de violencia, al decirle que mataría a su hermana, quien también estudiaba en el colegio, y a sus padres si contaba lo sucedido.
Las violaciones y abusos se dieron en el baño del Colegio Centro América, desde que el niño llegó a primer grado.