Monseñor Silvio José Báez Ortega conoció su vocación sacerdotal cuando era estudiante de Ingeniería en la Universidad Centroamericana (UCA).
El obispo auxiliar de Managua, quien cumplió este viernes 15 de enero, 31 años de ordenación sacerdotal, asegura que no se arrepiente de haber dejado a su familia, una carrera universitaria y hasta a su patria, por tantos años para estudiar sacerdocio y servir a Dios.
“Los años de sacerdocio han sido el regalo más grande que Dios me ha dado. Soy sacerdote porque tengo la convicción de que el Señor me ha llamado a servirle a la gente en su nombre”, reflexionó el obispo auxiliar de Managua, doctor en Sagradas Escrituras y docente por muchos años en el Estado Vaticano.
A juicio del sacerdote, seguir la voluntad de Dios es el compromiso de amor más grande que ha experimentado.
“Ha sido una experiencia de grandísima gratificación humana, en primer lugar, la experiencia de la elección amorosa del Señor, inmerecida, gratuita por lo que le doy gracias y la experiencia profundamente humana de realizarme sirviendo, entregando mi vida, mi tiempo y mis cualidades”, asegura el jerarca católico y miembro de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN).
El obispo Silvio Báez cumplirá en mayo próximo siete años de haber regresado a Nicaragua y ser electo obispo auxiliar de Managua.
“A Nicaragua regresé en el 2009 ya como obispo. El ministerio episcopal ha sido la prolongación de mi sacerdocio con mayor responsabilidad, con una experiencia de la gracia de Dios más fuerte”, meditó el jerarca católico.
MÁS ALLÁ DE LO RELIGIOSO
A criterio de monseñor Silvio José Báez Ortega, el ministerio pastoral va más allá de lo religioso. “Yo tengo una visión muy amplia del ministerio pastoral porque el ministerio pastoral va más allá de lo explícitamente religioso; porque desde la fe cristiana todo lo que tiene que ver con la persona humana, todo lo que tiene que ver con la sociedad, tiene que ver con la fe y con la misión de la Iglesia”, meditó el guía espiritual católico.
En ese sentido, el religioso que pertenece a la congregación de Carmelitas Descalzos, asegura que la misión de un obispo no está limitada a lo religioso.
“La Iglesia católica como tal es más que una institución religiosa. Está al servicio no de ella misma sino al servicio de la humanidad”, recalca el obispo auxiliar de Managua.
Para Báez el sacerdocio es servir a la gente a través de la palabra y estar a la escucha de Dios.
“En estos 31 años de sacerdocio lo que ha marcado mi ministerio es estar cerca, estar accesible a la gente. El ministerio sacerdotal no debe separar del pueblo, más bien debe acercarnos al pueblo profundamente”, señala el prelado.
Monseñor Silvio Báez afirma que el sacerdote debe estar siempre en el dolor y el sufrimiento del pueblo. “Estar atento a las necesidades, al dolor de la gente, esa debe ser la vocación del sacerdote, servir en el nombre de Dios”, reflexionó Silvio Báez.
NO COBRA POR SU MINISTERIO
E l obispo Silvio José Báez asegura que sirve a la gente en el nombre de Dios y de forma gratuita, sin salario.
“En 31 años yo nunca he cobrado un centavo por mi ministerio, vivo la convicción profunda de lo que dice Jesús en el Evangelio: lo que recibieron gratis denlo gratis.
Nunca he cobrado, si la gente me da algo, lo recibo como regalo y con eso vivo. Yo no tengo sueldo y no recibo salario de nadie”, sostiene el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua.
