A nueve años de que el presidente inconstitucional Daniel Ortega reestrenó la silla presidencial, el balance de su Gobierno ha sido inconstitucional, violatorio, y ha representado un deterioro en la democracia, según el movimiento Ciudadanos Unidos por Nicaragua.
Carlos Jarquín, vocero del movimiento, dijo que la evaluación de los dos periodos gubernamentales de Ortega ha significado “un retroceso en la independencia de poderes del estado, elecciones transparentes, que se logró con la victoria de la Unión Nacional Opositora (UNO) en 1990”.
“El retroceso lo vemos en diferentes sectores: la falta de dialogo con los partidos políticos y empresarios. Daniel Ortega, otra vez, se presentará a unas elecciones que tienen dominada porque no está permitiendo una salida cívica a los nicaragüenses, lo que él quiere es forzar que lo ciudadanos nos enfrentemos entre nosotros”, agregó.
Jarquín señaló que rechazan categoricamente las últimas encuestas que reafirman “el aval de la población a la gestión de gobierno”. “Creemos que el Frente Sandinista financió las encuestas para que en año electoral, otorgarle a Ortega aceptación. La realidad es que en Nicaragua el costo de la canasta básica está por encima de los 13 mil córdobas y la migración masiva de nicaragüense por la falta de empleo”, aseguró.
Jorge Reyes, secretario del Consejo de Coordinación Nacional de Unidad por la Democracia, considera que en estos nueve años las demandas de la población sigue siendo las mismas. “No estamos en contra del Gobierno, pero si a favor del pueblo. No queremos guerra. Pero el pueblo tiene que dejar de ser menso y manso y reclame por lo que pertenece”, continuó.
Reyes dijo que no existe candidato ni partido oposición que tenga la confianza del pueblo. “Existe una injusticia social: los altos costos en la luz eléctrica, el agua, la canasta básica. Los partidos oposición no ha hecho nada más que politiquear y abusar de la confianza ciudadana”, sostuvo.