Los comerciantes del mercado de Camoapa dicen estar preocupados y molestos por la poca inversión que ha destinado la Alcaldía en este sector durante los últimos años.
“Desde que yo conozco este mercado sigue siendo el mismo, nunca han puesto mano en él para hacer una estructura nueva”, aseguró Yadira Carmona, vendedora de comida desde hace veinte años.
Según Carmona, hace un par de años las autoridades municipales de Camoapa les expresaron a los comerciantes que tenían presupuestada la remodelación del mercado. “Eso era mentira, porque seguimos igual y ahora dicen que no hay presupuesto”, añadió molesta.
Para Wilson Mendoza, zapatero del mercado, la infraestructura es un punto clave para mejorar las condiciones de los comerciantes, puesto que los espacios son muy reducidos y la incomodidad es grande.
“Por varios años nos han venido diciendo que nos van a remodelar el mercado, pero hasta el momento seguimos esperando que cumplan las promesas. Aquí las mejoras las hace uno y la Alcaldía no”, agregó.
LA PRENSA buscó la versión de las autoridades municipales, pero dijeron que no había nadie autorizado para brindar información a este medio.
LLENOS DE BASURA
De acuerdo con María Gertrudis Ramírez, los mercaderes se han ganado la fama de acumuladores de basura, porque su depósito siempre está lleno. “A mí me disgusta que nos señalan de cochinos y no somos nosotros los que estamos produciendo la basura, lo que pasa es que aquí entran los vecinos del mercado a echar su basura, a ellos no les corresponde aquí y nosotros somos los del clavo (problema)”, indicó.
Mendoza señaló que el problema no es la basura, sino la irregularidad del tren de aseo, puesto que el camión pasa día de por medio recogiendo la basura del depósito. “A nosotros esto nos genera un problema, porque los fines de semana no pasan y tener tanto desperdicio aquí va a atraer enfermedades y aquí hay muchos niños”, detalló.
Para Carmona, el principal problema es la falta de organización de los comerciantes y de gestión por parte de la Alcaldía.
“Este mercado no se ha caído porque Dios es grande y los de la Alcaldía no hacen caso. Aquí hay treinta comerciantes y nosotros hemos puesto el agua, la luz. No hay condiciones para trabajar, incluso tenemos que comprar el agua de tomar por aparte, porque la que viene no sirve para el consumo”, concluyó.