El cargo de magistrado vacante en el Consejo Supremo Electoral (CSE) ha provocado diversas opiniones sobre las propuestas de candidatos que deberían llenar el apetecido cargo, sobre todo, que es el momento para nombrar un candidato independiente y por supuesto hasta nombres dan a conocer, sea hombre o mujer con tal que sea independiente.
Tengo mucho respeto por los propuestos llamados independientes, no dudo de sus capacidades humanas y profesionales, no sé si a estas ilustres personas les han consultado si están dispuestos a ser propuestos a la magistratura vacante, pues deben recordar que el Partido
Liberal Independiente (PLI) puede proponer pero el orteguismo es el que decide e inclusive esto ya puede tener nombre por parte del mismo orteguismo.
Pero ¿quién va a proponer a los independientes? El frentismo no lo hace ni lo hará. ¿Entonces? Los que proponen sin duda por sus actos son independientes, no deben militar en política. ¿A qué partido político se lo quieren endosar? Quieren insinuar que el PLI sacrifique a un correligionario. Es grave ser independiente. Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.
Debemos recordar lo que ha sucedido con los llamados independientes en el pasado propuestos a cualquier magistratura desde doña Violeta hasta nuestros días: han terminado plegándose al frentismo ¿Por qué? Sencillo, el orteguismo los deja que se enamoren del cargo y de los beneficios adicionales que este tiene, y si puede les brinda más de la cuenta sobre todo cuando estos necesitan de ese voto para tomar ventaja en una decisión importante. Por lo menos no recuerdo a un independiente que haya salido a como entró al cargo, independiente. Con esta verdad histórica, ¿para qué arriesgarse? ¿Qué puede haber de sorpresa con un partidario? Sí, sabemos que es un riesgo, pero ya eso son otros cien pesos, (distinto es cuando nos debemos unir como nación para formar bloque contra las agresiones de colonialistas colombo-tico en donde debe ir lo mejor de lo mejor sin colores partidarios, a como lo hicimos los liberales contra Colombia y no a como lo hizo Ortega contra Costa Rica.
A lo interno del PLI se escucha un clamor de las bases y por supuesto me uno a ellas, de que el candidato que el PLI proponga debe ser partidario, debe estar al tanto de dónde está ubicada la oficina del partido, a qué distrito pertenece el interesado, cuál es su ruta, quién es su presidente territorial, etc. Existen miles de personas que han trabajado por el partido y exigen participación, están en todo su derecho de reclamar con justa razón, son personas profesionales mejor o superior a los independientes, sin embargo el recuerdo de Bolaños hace que muchos liberales se retiren porque a la hora de que el pan está preparado sobran los comensales salidos de otros lados y a los que trabajaron en su elaboración ni las gracias les dan.
Todos deben saber que llegar al CSE es llegar al limbo porque no serán escuchados, serán ignorados, al que llegue solo le quedara denunciar lo que pasa, pero si el nombrado es un independiente, de seguro que no denunciará nada, porque es independiente.
El autor es directivo municipal del PLI Managua.
