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El cineasta, guionista y escritor Manuel Gutiérrez Aragón se dispone a pronunciar su discurso de ingreso en la Real Academia Española (RAE) titulado En busca de la escritura fílmica. La Prensa/EFE

Nuevo académico de la Lengua

El español Manuel Gutiérrez Aragón es el normativo de la Lengua

El cineasta español Manuel Gutiérrez Aragón se convirtió ayer en nuevo académico de la Lengua tras pronunciar su discurso de ingreso en la Real Academia Española, centrado en el aprendizaje que debió hacer del “esquivo”, “indómito” y “difícil” lenguaje cinematográfico para llegar a ser director.

“La profesión de director de cine consiste, entre otras cosas, en sobrevivir al caos. Las cosas no suceden según se prevé en el plan de trabajo, las escenas no resultan como se escriben en el guion, el equipo es muy numeroso y difícil de controlar”, reconocía Gutiérrez Aragón ante los centenares de asistentes a su ingreso.

Titulado En busca de la escritura fílmica, el discurso de este cineasta, guionista y escritor combinó emoción y reflexión al evocar sus tiempos de “joven aprendiz” en la “mítica” escuela de cine de Madrid, en los años sesenta del siglo pasado, cuando impartían clases Carlos Saura, Luis García Berlanga, Miguel Picazo, José Luis Borau o Basilio Martín Patino.

En la filmografía de este creador (Torrelavega, 1942) también Premio Nacional de Cinematografía, figuran películas tan memorables como Demonios en el jardín (Concha de Plata de la Crítica en el Festival de San Sebastián y Premio David de Donatello), La mitad del cielo (Concha de Oro del Festival de San Sebastián) o Habla, mudita (Premio de la Crítica en el Festival de Cine de Berlín).

ELOGIA A SU ANTECESOR

Antes de adentrarse en el lenguaje del cine, Gutiérrez Aragón elogió la figura de su antecesor en el sillón “F” de la RAE, el economista y escritor José Luis Sampedro, fallecido en abril de 2013, “un sabio, un hombre de bien y un escritor tan admirado como querido”.

Este director, que en 2015 publicó el libro A los actores, a caballo entre el ensayo y las memorias, se refirió a la labor “agridulce” del guionista, a la que también se dedicó en algún momento de su carrera.

A la ceremonia asistieron numerosos representantes del mundo del cine y de las letras, así como miembros de la Real Academia de Bellas Artes, a la que Gutiérrez Aragón pertenece desde 2001.

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