Desde tempranas horas de la mañana los fieles católicos del departamento de Masaya se fueron congregando en la iglesia San Miguel de esta ciudad, para adorar y acompañar a Jesús hecho Eucaristía.
El sol estaba resplandeciente y el calor sofocante, aun así los cantos de adoración y alabanza se escuchaban dentro y fuera del templo. Ahí familias enteras llegaron a esta fiesta religiosa.
Los cohetes estallaron en el cielo anunciando la llegada del cardenal Leopoldo Brenes Solórzano, quien después de una oración y de saludar a la concurrencia, inició el recorrido por las calles de la cuna del folclor, donde miles de personas caminaron y animaron la procesión.
La caminata fue acompañada por filarmónicas y abundante quema de pólvora, además de representaciones de las distintas congregaciones de este departamento.
Esta actividad inició a eso de las 2:00 de la tarde y culminó al caer la noche en las inmediaciones de la Basílica Menor de La Asunción de esta ciudad.
Entre el mar de gente que acompañaba la procesión caminaba doña Eva Reyes, quien llegó desde el municipio de Tisma y se hizo acompañar por familiares, ella bailaba y cantaba las alabanzas que entonaban los coros.
“Me gusta mucho esta actividad porque se ve que todos los católicos estamos unidos en un solo cuerpo de alabanzas.
Este acto es muy significativo para nosotros en el mundo y para nuestra vida”, dijo la señora.
Ella consideró que cada año a esta procesión se suman más personas y que es importante ver a muchos jóvenes participando de estos actos religiosos. Asimismo instó a los católicos a pedir por Nicaragua.
El cardenal Leopoldo Brenes dijo que el último domingo de cada mes de enero los católicos se reúnen para participar de la peregrinación con Jesús Sacramentado.
“Para pedirle al Señor que bendiga a nuestra patria, que nos bendiga a cada uno de nosotros y en este año, para que vivamos el Año de la Misericordia y todos podamos ser verdaderamente misericordiosos, como el Padre, pero que también seamos desde las parroquias, desde las arquidiócesis de la provincia eclesiástica, una Iglesia peregrina, misericordiosa y que también que seamos una Iglesia misionera y samaritana”, manifestó el alto prelado después de la peregrinación.
Este evento fue resguardado por los agentes de la Policía Nacional y hasta nuestro cierre no se registró ningún incidente.