La Juventus de Turín continúa con su momento dulce y ayer dio un gran paso hacia la final de la Copa de Italia, al vencer 3-0 en casa al Inter de Milán en la ida de las semifinales del torneo, con un “doblete” del español Álvaro Morata y un tanto del argentino Paulo Dybala.
Todo parece sonreír a la “Vecchia Signora”, que desde finales de octubre encadena victoria tras victoria en la Serie A italiana, que le han hecho pasar de la mitad baja de la clasificación hasta el segundo puesto, a apenas dos puntos del liderato del Nápoles.
En la “Coppa”, la Juventus queda como clara favorita para estar en la final tras esta victoria clara sobre un Inter desdibujado y que jugó con diez hombres desde el minuto 70 por la segunda amarilla al colombiano Jeison Murillo.
Morata abrió el marcador en el minuto 36, transformando un penal que había sido cometido por Murillo sobre otro colombiano, Juan Cuadrado.
El propio Morata, que no marcaba desde octubre, consiguió el segundo, dando tranquilidad a los suyos, cuando en el 63 envió un remate a la media vuelta en la frontal del área pequeña, tras recibir del francés Paul Pogba.
El tercero, que deja la misión complicadísima para el Inter, fue obra del goleador de moda de la “Juve”, el joven argentino Paulo Dybala, que en el 83, con un remate desde fuera del área tras ser asistido por el ghanés Kwadwo Asamoah.
GOLEADOR EN RACHA
La “joya” Dybala sigue demostrando su efectividad, en una temporada donde es segundo de la tabla de máximos anotadores de la Serie A, con 12 dianas, empatado con el brasileño Eder (Sampdoria) y sólo superado por el también argentino Gonzalo Higuaín (Nápoles), que lleva 21.
Dybala fue uno de los jugadores titulares que Massimiliano Allegri dejó como suplentes, para hacer rotar su plantel. Pero el argentino, poco después de saltar al campo, dejó claro que su hambre de gol no tiene limitaciones.
EN GUARDIA
La Juventus da un paso adelante en su objetivo de revelidar el título en la Copa de Italia, donde es el vigente campeón.
Todo ello sin perder de vista el próximo gran reto para los turineses, el enfrentamiento ante el Bayern de Múnich de Josep Guardiola en los octavos de final de la Liga de Campeones.