Después de batear .319 en 48 turnos en su carrera frente a los miembros del Salón de la Fama Greg Maddux, Randy Johnson, Roger Clementes y Dennis Eckerley, Marvin Benard sabe lo que es luchar contra las adversidades.
Pocos creyeron en él y logró sostener ocho años en las Grandes Ligas, situándose como el mejor bateador en la historia de Nicaragua.
Ahora es el mánager de la Selección Nacional de Beisbol que irá en marzo al Preclásico de Mexicali y muchos esperan que logre inyectarles a los jugadores su entrega, entusiasmo, pasión y profesionalismo.
“El beisbol es tan diferente a los otros deportes que no necesitamos ser los más grandes o los más fuertes para ganar. En el terreno de juego todos somos iguales. En el futbol americano o el baloncesto el tamaño cuenta más que en el beisbol”, argumenta Benard, quien intentará guiar a Nicaragua a su primer Clásico Mundial de Beisbol.
“Puede que ellos (México) tengan mejores armas, pero nosotros también tenemos”, dijo el optimista Benard, ayer en un conversatorio con los periodistas en un seminario de la Asociación de Cronistas Deportivos de Nicaragua (ACDN).
CRUZ SERÁ INCIDENTE
De acuerdo a Benard, el coach boricua de picheo, Nelson Cruz, será de enorme importancia.
“Para salir adelante será necesario el aporte de los jóvenes lanzadores firmados, que tienen un buen brazo, pero poca experiencia. Cruz tiene la habilidad para sacarle el juego a los lanzadores. El sabe pulir el talento y he visto cómo muchos que han pasado por sus manos, mejoran”. apuntó Benard, quien de paso anunció que Vicente Padilla no jugará en el equipo por molestias en su codo.
LAS CALVES DEL EQUIPO
Para poder triunfar en Mexicali, Marvin Benard ha identificado varios puntos:
utilizar en el momento preciso a los mejores tiradores, Erasmo Ramírez y Juan Carlos Ramírez, porque probablemente solo lanzarán una vez.
Trabajar en condición física porque ha visto que los jugadores bajan su intensidad después del quinto inning.
Reafirmar los fundamentos del juego, como los corridos de base y utilizar a los peloteros que estén en mejores condiciones sin importar su nombre.