Se estacionan en el costado este del Palacio Nacional y desde allí decenas de visitantes recorren la Avenida Bolívar, ampliada desde el 2013, o bajan por la Plaza de la Revolución, donde hay niños en patines o jugando con alguna pelota, se bordea el parque central, en cuya bancas siempre habrá alguna pareja, se avanza por el corredor de faroles que divide el parque central y el parque y teatro Rubén Darío, con sus puentes intransitables desde que se pusieron verjas a su alrededor hace unos años, eso obliga a insertarse de nuevo en la Bolívar tapizada de árboles de lata.
Desde la plaza de los estudiantes hasta la rotonda Hugo Chávez se cuentan 42 árboles metálicos, cuyo costo unitario se calcula en 25,000 dólares.
La palizada de “arbolatas”, como muchos los llaman, es un elemento escultórico que también ha inundado otras avenidas de la capital.
Tras recorrer parte de esa nueva cara de Managua, la profesora Cándida Cordero considera que en el país se deben priorizar inversiones en las necesidades sociales de la población, como la educación y la salud y que estas no pueden ser sustituidas por “árboles inertes que se alimenten de luz provocando pérdida energética que el pueblo paga con sus impuestos”.
Distintos expertos consultados también cuestionan el exceso de árboles de lata y la poca apuesta por árboles de verdad.
El arquitecto Martín Majewsky, director del departamento de diseño y arquitectura de la UCA (Universidad Centroamericana), cree que la Avenida Bolívar “podría haber sido sembrada de madroños, aunque tenemos que esperar diez años para verlos florecidos”.
Mientras que Gerald Pentzke, arquitecto y exdirector de urbanismo de la Alcaldía de Managua, considera que hay suficiente espacio para crear áreas verdes.
El historiador Bayardo Cuadra, quien valora los cambios en esa zona de la capital, también esperaría más áreas con árboles para sentarse y disfrutar ese sector de la capital.
El único oasis que ubican en esa zona durante el día es el parque central.
A los arquitectos también les preocupa el futuro de edificios que forman parte de la memoria de la ciudad como el teatro González, que da a la Avenida Bolívar y que ahora es ocupada por una iglesia evangélica, o las viejas ruinas del cine Margot, que está a un lado de la dupla norte frente al nuevo Complejo Judicial.
Majewsky advierte que ojalá estas antiguas construcciones no corran la suerte del viejo edificio de la Lotería que fue demolido tras los sismos del 2014.
A pesar de los vacíos que se identifican en la Managua renovada, los expertos explican que el rescate de esa zona con fines recreativos y turísticos, que le ha devuelto alma a la capital —cuyo centro desapareció tras el terremoto de 1972—, es algo que se había trazado en el Plan Maestro del área central de Managua a mediados de los noventa, que fundamentalmente planteaba una recuperación de suelos con esos fines de “animación” pero también con fines institucionales.
En ese plan, estaba previsto, por ejemplo, la construcción de jardines donde ahora está la Casa de los Pueblos. La idea era, según explica Majewsky, que al bajar la escalinata del Palacio Nacional se viera al fondo el lago Xolotlán.
No obstante, casi cuatro décadas después del sismo, fue poca la infraestructura estatal que se construyó.
El edificio de Telcor, la cancillería, la Casa de los Pueblos, son las instancias creadas, otras se reconstruyeron cono el edificio de la Asamblea Nacional.
Pentzke cree que la recuperación de espacios que se ha emprendido en la zona, no solo atrae a miles de pobladores hacia esa zona, sino que probablemente sea un imán para la inversión. En ese sentido, resalta los anuncios de construir un hotel y la misma reconstrucción del Olof Palme.
Los arquitectos consideran que la avenida Sandino, la antigua Roosevelt, debería abrirse al público todo el tiempo.
El tránsito por esta calle ahora está restringido a ciertas horas porque pasa a un lado de edificios como la Asamblea Nacional y culmina en una zona militar.
El exalcalde Dionisio Marenco cree que en esa zona debe tomarse “muy en cuenta el problema de los drenajes de la cuenca sur y el comportamiento del nivel de agua del lago”.
PROMUEVE EL DEPORTE
Uno de los lugares más concurrido durante la semana es el parque Luis Alfonso Velásquez. Jóvenes y niños son el segmento que más visita este parque que consta de canchas de baloncesto, voleibol, beisbol y áreas de juego, además de señal de internet gratis.
Enoc Ezequiel Calero Obando, un estudiante de cuarto año de secundaria y de 17 años de edad, dice que lo que más le gusta es el parque Luis Alfonso Velásquez con “las áreas de juego”. “El Gobierno está haciendo bien”, dice.
La exconcejal sandinista en los años noventa, Mónica Baltodano, considera que el actual Gobierno aprovecha los fondos venezolanos para crear “una vitrina que muestre que ellos (FSLN) sí hicieron cosas, pero no son sustantivas, sino que son fachadas” porque no se han construido edificios.
BONITA PERO COSTOSA
El concejal Alfredo Gutiérrez cree que es bastante invertir más de 790 millones de córdobas en cuatro años (2013-2016) en el nuevo centro de Managua, especialmente en el parque Luis Alfonso, donde se están invirtiendo más de 157 millones de córdobas entre 2013 y 2016, aunque en ese parque se vienen haciendo mejoras desde 2008.
Gutiérrez indica que todas esas obras (15 proyectos) son buenas, específicamente para promover el turismo, pero hay que tener cuidado con los montos gastados.
Gutiérrez señaló que lo negativo es que se estén descuidando otras obras importantes para hacer en la capital, como la modernización de los ejes viales. “En esta ciudad (hay calles) que están deshechas, desbaratadas y ya no dan abasto con el volumen vehicular que la ciudad tiene y esta cantidad de recursos que se está invirtiendo en esa zona podría haber sido menor, más optimizada, para poder tener más recursos para destinar a otras necesidades”, dijo.
El concejal agregó que hay que desmitificar que todo ese dinero está saliendo de los impuestos que pagan todos los managuas y no provienen de los recursos de la ayuda petrolera venezolana.
Gutiérrez también cree en la intención política del Gobierno, porque este año 2016 es electorero y el presupuesto para las mejoras del nuevo centro de Managua se ha elevado. “Estas cantidades vienen acelerándose de tal manera que en el 2016 le meten unas cantidades fortísimas y eso no puede ser casualidad. Ellos se quieren presentar como un gobierno superexitoso, eficiente”, dijo.
