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Martha Justina González, Máster en nutriciónLA PRENSA/ ARCHIVO

Dieta de la felicidad

Consuma alimentos saludables y mejore su salud con solo hacer la dieta de la felicidad

Consiste en consumir muchos vegetales sin almidón, frutas frescas y secas, proteínas bajas en grasa como pescado, pollo, carne de res o de cerdo magra, lácteos descremados, frijoles, lentejas, cereales integrales: avena, arroz integral entre otros, grasas saludables como aguacate, aceite de soya, de maíz, ajonjolí, olivo, semillas y suficiente agua.

Junto con ejercicio físico y la vida al aire libre le ayudará a  reducir los niveles de hormonas del estrés (cortisol, cortisona) y aumentan las hormonas de la relajación y la felicidad (endorfinas) y por el aporte de antioxidantes, controla los radicales libres  causantes de estrés oxidativo que conduce a envejecimiento prematuro y enfermedades degenerativas.

Este tipo de dieta que conocemos como balanceada y saludable, ahora se le llama la dieta del optimismo o de la felicidad porque aporta las sustancias necesarias para el buen funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso.

El triptófano, un aminoácido contenido en las proteínas de frijoles, huevos, carnes, pescado, leche, maní y otras semillas, junto con la vitamina B6, que también se encuentra en esos alimentos, ayuda a formar serotonina, un neurotransmisor que participa en la regulación del estado de ánimo, ansiedad, depresión, el sueño y conducta alimentaria, entre otras funciones. Por eso se le conoce como hormona de la alegría.

Otras sustancias nutritivas que intervienen en la regulación de la serotonina son el magnesio, que se encuentra en plátanos, frijoles, vegetales, frutas, carnes, pescados, semillas, cereales integrales y el calcio contenido en leche, vegetales verdes, almendras y sardinas.

El ácido graso esencial, omega 3, que también está en sardinas, atún, salmón, semillas como chía, maní y almendras.

Estas semillas además aportan selenio, un mineral que aumenta los niveles de energía y disminuye los de ansiedad.

La vitamina C de los cítricos, tomates, guayabas, grosellas y piña contribuyen al buen estado de ánimo.

El ácido fólico, riboflavina y tiamina, todas vitaminas del complejo B se les conoce como antidepresivas, se encuentran en muchos de los alimentos mencionados: espinacas, brócoli, frijoles, yema de huevo y carnes. Estos alimentos también aportan hierro, que participa en la formación de dopamina, otro neurotransmisor que modula la sensación placentera del cuerpo.

Los alimentos cargados de carbohidratos sencillos y refinados como reposterías, galletas, chocolates, gaseosas, suben los niveles de serotonina y causan placer rápidamente, pero no promueven la producción sostenida de serotonina y la persona puede volverse adicta al consumo de estos alimentos por la sensación de placer que causan instantáneamente, pero no es recomendado porque aumenta de peso, pone en riesgo la salud y genera mayores niveles de ansiedad, da depresión, insomnio y sensación de frustración por no lograr el control del peso.

La mala alimentación, consumo de licor o cafeína en exceso pueden bajar los niveles de serotonina.

Rompa el paradigma que para bajar de peso y cuidar la salud “debe comer poco y consumir alimentos que no son sabrosos”.

Con alimentación variada y la realización de actividad física, puede lograr ser más optimista, tener actitud y pensamientos positivos que le ayudarán a sentirse alegre.

¡Haga la dieta de la felicidad!

Escríbame a www.clinicavidasaludable.com

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