La tolvanera no se detuvo ayer en la zona de La Tejana, oeste de la ciudad de Chinandega y sur de El Viejo, sitio al que arribó personal médico la mañana de ayer para atender a la población, que desde hace varios días ha resultado afectada.
En horas de la tarde más lugareños con sus niños buscaban medicinas para las irritaciones en la piel, garganta y la vista, pero el personal de salud había salido del lugar a las 12:10 del mediodía.
Gioconda Silva Romero, responsable política del lugar, refirió que la comunidad tiene trescientas familias y en los últimos años ha habido muchos nacimientos. Los pequeños presentan tos, cansancio y picazón producto de las tolvaneras y el químico.
“Hoy (ayer) a las 8:30 vino la brigada de salud, más de 50 familias fueron atendidas hasta las 12:10 del mediodía, muchas familias no vinieron a la hora exacta, esperamos que regresen”, señaló la joven.
La brigada de salud aplicó medicamentos a los pobladores. A lo largo de la fila de casas se divisan algunas con las puertas cerradas, pertenecientes a familias que han buscado sitios seguros mientras se resuelve lo del polvazal por los fuertes vientos.
“Estamos con alergia, vinimos a la 1:00 de la tarde, pero ya se había ido la brigada de salud, nos atrasamos para no dejar la casa sola”, dijo Clementina Mendoza, de 55 años, con el polvo incrustado en la piel y los ojos.
La joven Sara Sánchez lamentó que su niño presenta asma e irritación. “Tengo miedo que le dé fiebre”, declaró la muchacha. Sánchez reveló que durmieron sentados porque la tierra se colaba por el techo y en la cama casi se ahogaban.
Ella pidió al productor de la mayor cantidad de terreno preparado que siembre de una vez la caña para evitar tanto polvo en el ambiente.
Por la mañana asistieron los maestros a la escuela San Jorge, pero hay escasa presencia de alumnos.
La tarde de ayer arribó nuevamente la comisión del Ministerio de Educación (Mined) que valoró la situación escolar que se presenta en la zona. Dos días las clases han estado suspendidas.
