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LA PRENSA/ BLOOMBERG

No recomiendan que Nicaragua emita deuda en el exterior

Honduras —economía similar a la de Nicaragua— emite bonos en el exterior y paga tasas superiores al 8%. No recomiendan salir a mercados

En los últimos dos años, es decir desde noviembre de 2013 —cuando el Gobierno de Nicaragua expresó por primera vez su interés de emitir bonos en el mercado internacional—, el ejecutivo ha avanzado aceleradamente hacia esa dirección. En 2015 ese trabajo empezó a dar mayores frutos: Nicaragua mejoró su posición ante el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) y el Banco Mundial y además dos calificadoras de riesgo comenzaron a dar visto bueno a los números oficiales.

En el cuarto trimestre de 2015 Moody’s tenía con grado de no inversión a tres economías: Nicaragua, Honduras y República Dominicana. Sin embargo, Nicaragua adelantó al vecino del norte cuando en julio la calificadora anunció una mejora de nota, pasándola de B3 a B2, quedando aún así por detrás de la isla caribeña que está a un paso de salir de esa categoría considerada altamente especulativa o “bonos basura”, según el último reporte de Riesgo País del Consejo Monetario Centroamericano disponible en su portal electrónico.

A partir de esa mejora en la calificación del país, las voces de los que apuestan por la salida del Gobierno a los mercados externos se avivaron, ganando mayor fuerza el 16 de diciembre cuando Fitch Ratings calificó por primera vez la economía nicaragüense y la situó en el mismo rango que República Dominicana y El Salvador.

El hecho que Nicaragua comparta con Honduras y República Dominicana la misma categoría y ambos países han emitido deuda en el exterior es lo que tiene confiado al Gobierno de que su salida al mercado cada vez parece más cerca, así lo dejó entrever el titular del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, Iván Acosta, el pasado 7 de enero al ser consultado por LA PRENSA.

¿Estamos preparados para emitir deuda a nivel internacional?, se le preguntó al funcionario, a lo que respondió: “Definitivamente, el país cada día está con mejores condiciones, lo dicen las calificadoras, lo dicen los (organismos) multilaterales, hemos tenido unas calificaciones al mismo nivel de República Dominicana, que es un país de 60 mil millones de dólares (de PIB), ahora imagínese nuestro país con 60 mil millones, el tiempo (de salir a los mercados) lo define la necesidad, lo define en este caso lo que llamaríamos las adiciones de búsqueda de recursos por la necesidad que lo demanda”.

Pero las cifras económicas de la isla caribeña, según el Banco Mundial, distan mucho de las nicaragüenses: en 2014 con un poco más de 10 millones de habitantes su Producto Interno Bruto totalizó 64,140 millones de dólares, casi cinco veces más grande que el de Nicaragua (11,805.6 millones de dólares); el crecimiento económico fue de 7.3 por ciento, por debajo del 4.7 por ciento que logró la economía nica; y el ingreso per cápita fue de 6,040 dólares, muy por encima de los 1,904.7 dólares de los nicaragüenses.

Además la deuda pública consolidada de República Dominicana a octubre de 2015 representó el 46.9 por ciento del PIB. El saldo de la deuda ascendió a 30,488.3 millones de dólares, correspondiendo 14,086.3 millones a deuda interna consolidada y 16,402 millones a externa, precisa el informe del Consejo Monetario Centroamericano.

En el caso de Nicaragua, a octubre 2015 el 82.5 por ciento del total de la deuda pública de Nicaragua (5,757 millones de dólares) estuvo constituido por deuda externa (4,750 millones de dólares) y el 17.5 por ciento por deuda interna (1,007.3 millones de dólares), representando el 47.4 por ciento del PIB.

Lea más en: País “se gradúa de primaria financiera”

LA EXPERIENCIA DE HONDURAS

Por el otro lado está Honduras —economía similar a la de Nicaragua—, que efectivamente desde 2013 salió a los mercados internacionales en busca de financiamiento. Y lo logró: su primera emisión y colocación de bonos en dos tramos fue equivalente a 500 millones de dólares, explica Hugo Noé Pino, economista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) en Honduras.

Si bien ese país no tuvo dificultad para colocar esos bonos soberanos, Pino plantea que por las condiciones estructurales de la economía y su déficit, los costos de este tipo de financiamiento fueron elevados. “El primer tramo lo colocó con tasa del 8.75 por ciento la cual es considerada una tasa bastante, bastante alta, debido a que el resto de países centroamericanos generalmente andan entre un 5 y 6.5 por ciento; y el segundo tramo a una tasa promedio de 7.5 por ciento, una tasa todavía bastante alta dado el nivel de las tasas internacionales, esto lo que representa es el riesgo país”, sostuvo.

El primer tramo fue colocado a plazos de 11 años con pago de interés seis meses después y el segundo a un plazo de siete años.

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TASAS SON MUY VOLÁTILES

Pino plantea que “no recomendaría realmente una colocación de recursos en términos de mercado, porque tanto Honduras como Nicaragua vienen saliendo de un problema de países pobres altamente endeudados, cuya condonación se dio, digamos, hace unos diez años y lo que más le conviene a estos países es buscar recursos en términos concesionales que les permita cubrir sus necesidades”, puntualiza.

Además recuerda que “el mercado financiero internacional es muy volátil, las tasas de interés pueden variar constantemente, casi de un mes a otro o periódicamente y eso expondría a los países”, aunque Pino reconoció que en los últimos años Nicaragua ha mantenido una buena disciplina fiscal.

LOS RIESGOS

Entre los riesgos que Pino y el economista Adolfo Acevedo avizoran con la posible salida de Nicaragua a los mercados financieros internacionales es que la deuda pública empiece a crecer al ritmo de una bola de nieve.

El problema, según Acevedo, es que la tasa de crecimiento del PIB medido en dólares es bajo. En 2015 se estima en 2.3 por ciento, lo que sería incongruente si se contratara deudas con tasa del siete por ciento. De ahí se pregunta: “¿Cuál es el criterio de sostenibilidad? La tasa de interés en este caso en dólares no puede ser superior a la tasa de crecimiento de la economía, porque entonces se produce el efecto de bola de nieve, el endeudamiento público empieza a crecer exponencialmente como porcentaje del Producto Interno Bruto”.

Eso ocasionaría que se comience “a destinar porcentajes crecientes” por costo de deuda en el Presupuesto General de la República. ¿Cómo impactaría la deuda pública? Acevedo recuerda que una cosa es la tasa de interés en córdobas y otra en términos dolarizados.

En este sentido, menciona que en los últimos años la deuda pública se ha mantenido con tasa promedio ponderada estable porque la gran mayoría es deuda externa, mientras que la interna es menor y la tasa es en córdobas. Por esa razón, el economista menciona que en lugar de emitir deuda, lo ideal sería poner en práctica lo que recomienda el Fondo Monetario Internacional: reducir exenciones y exoneraciones, lo que permitiría al Gobierno obtener liquidez.

De hecho, Pino explica que cuando un gobierno contrata deudas con elevadas tasas se hace “muy difícil que el retorno de la inversión que usted esté dando sea superior a la tasa que está pagando”.  “La mejor recomendación es que se sea muy cauteloso con la colocación de bonos soberanos en el mercado internacional”, enfatiza.

TAMBIÉN HAY VENTAJAS

Por su parte, Gerardo Argüello, gerente general de la Bolsa de Valores de Nicaragua, explica que “en general los gobiernos cuando hacen emisiones en el exterior es con el objetivo de buscar los siguientes beneficios: En primer lugar pudiera ser obtener una mejor tasa de interés a la del mercado local al colocar instrumentos en un mercado más amplio y profundo.  En segundo plano, se pudiera tener como objetivo la captación de ahorro extranjero, liberando el nacional para que pueda ser redireccionado al financiamiento del sector productivo”.

Argüello precisó que una vez que se emite bonos soberanos en el exterior “los inversionistas internacionales seguramente van a tomar en cuenta la opinión y notas que emitan las calificadoras de riesgo. En julio 2015, Moody’s, que es una de las calificadoras internacionales más reconocidas, mejoró la calificación de la deuda soberana de nuestro país. Esta pasó de B3 a B2 y entre los sustentos de esta mejoría Moody’s estableció en su informe que los frutos del proceso de perdón de deuda de la iniciativa HIPC han sido muy positivos, permitiéndonos pasar de una deuda con un peso 237 por ciento del PIB en 1997 al 30 por ciento actualmente. Adicionalmente se menciona en este informe que la perspectiva de la calificación es estable dado el fuerte crecimiento esperado de nuestra economía, las buenas relaciones con el FMI, el bajísimo déficit fiscal y un estable nivel de endeudamiento”.

¿Cuánto pesa el tema de riesgo país? Argüello explica: “El principal indicador de riesgo país es la diferencia de rendimiento que pagan los bonos de un país en dólares y los bonos de Estados Unidos, que se consideran “libres” de riesgo. Este diferencial representa la probabilidad de que el gobierno emisor de la deuda no cumpla con el pago de sus obligaciones. Los bonos más riesgosos pagan un interés más alto, por lo tanto el diferencial de estos bonos respecto a los bonos de los Estados Unidos es mayor… En Centroamérica el riesgo país es un factor importante en la formación de las tasas de interés y debe formar parte de las estrategias económicas de nuestros países el diseñar e implementar planes para mitigar estos riesgos”.

“Todos los países de la región acuden al mercado internacional de capitales a colocar emisiones de bonos soberanos por varias centenas de millones de dólares con el objetivo de financiar sus economías o determinados proyectos de infraestructura”, mencionó Argüello.

Fitch lo ve así

En una comunicación electrónica hecha el 18 de diciembre pasado, Erick Campos, de la agencia de calificación Fitch Ranting, tras aclarar que “la decisión de acceder a fuentes de financiamiento externo competen al soberano y Fitch no puede hacer comentarios al respecto”, explicó que la tasa de interés de un bono soberano en el exterior “es determinada por agentes del mercado y se basa en criterios que incluyen pero no están limitados a la calificación crediticia”.

También Campos indicó que en el caso de Nicaragua, una mejora de la calificación que dio en diciembre pasado “podría ser resultado de un avance sostenido en factores estructurales como fortaleza institucional, indicadores sociales y el ambiente de negocios. Otros factores que podrían apoyar una mejora incluyen un mayor crecimiento económico que permita reducir la brecha de ingreso per cápita con países con similar calificación; una reducción en vulnerabilidades externas y mayor flexibilidad financiera del Gobierno”. A nivel regional, recordó que “la categoría donde se encuentra Nicaragua incluye países como El Salvador, República Dominicana, Ecuador, Jamaica”.

Lea más en: Fitch Ratings pone en el mapa a economía nica

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