14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
Ernesto Mejía Sánchez vestido de ranchero, junto a Julio Valle Castillo uno de sus más cercanos amigos y discípulo. Cuernavaca, México, 1972. LAPRENSA/Cortesía/Julio Valle Castillo.

Ernesto Mejía Sánchez vestido de ranchero, junto a Julio Valle Castillo uno de sus más cercanos amigos y discípulo. Cuernavaca, México, 1972. LAPRENSA/Cortesía/Julio Valle Castillo.

Ernesto Mejía Sánchez será la figura central del XII Festival Internacional de Poesía de Granada

Como un gran maestro del prosema, académico y ensayista, que alcanzó proyección en México, España, Nicaragua a mediados del siglo pasado, fue valorado y recordado Ernesto Mejía Sánchez

Como un gran maestro del prosema, académico y ensayista, que alcanzó proyección en México, España, Nicaragua a mediados del siglo pasado, fue valorado y recordado Ernesto Mejía Sánchez (1923-1985), poeta de la Generación del 40 homenajeado esta vez por el XII Festival Internacional de Poesía de Granada.

Asimismo poetas nicaragüenses, de varias generaciones, coincidieron que la obra literaria y vida de Mejía Sánchez debe ser más conocida, tanto en los círculos de escritores, como por los nicaragüenses en general, ya que su figura tuvo más eco entre los sesenta y ochenta.

A criterio del poeta Ezequiel D’León Masis, Mejía Sánchez dejó “una obra más limpia, con una economía verbal más sutil y sobre todo con más autoestima personal”, por lo que “logró superar en silencio” a su contemporáneo Carlos Martínez Rivas, comparó.

D’León Masis, es autor del libro La escritura vigilante (2005), en él aparece un ensayo sobre Mejía Sánchez, donde se acerca a la metapoesía de Mejía Sánchez, su influencia francesa, así su vida de escritor contemplativo, solitario, y creativo que cultivó la prosa.

Para Yaoska Tijerino, autora del poemario Treinta veces Isha, el trabajo académico de Mejía Sánchez le impresiona. “Es algo que admiro de este maestro, que supo combinar su genio poético”, destaca Tijerino.

“Pero me gustaría que se conociera más de su vida y obra entre los jóvenes”, deseó Tijerino, maestra de cátedra de literatura y lengua en la Universidad de San Luis, en Missouri, Estados Unidos.

En este sentido se apuntó a la realización de estudios críticos, que valoren a mayor profundidad académica la obra literaria de Mejía Sánchez, tanto en prosa, poesía y de ensayos.

Abelardo Baldizón, autor del libro Del matadero, es otro joven que dijo que literariamente le atraen sus prosemas, “Me gustan porque son una mezcla  de cuentos y poemas, y su bagaje de lecturas es diversas”, precisó Baldizón, quien se declaró un lector de Mejía Sánchez.

“Mejía Sánchez es interesante, porque es una mezcla de poeta y académico con buen logro, él trabajó el lenguaje de forma poética, pero también instructiva y creativa, es un poeta interesante, eso es lo que me gusta de su literatura”, dijo el escritor.

Francisco de Asís Fernández, Enmanuel Mejía Marenco, Ernesto Mejía Sánchez y Gloria Gabuardi. México, 1976. LAPRENSA/Cortesía /FIPG
Francisco de Asís Fernández, Enmanuel Mejía Marenco, Ernesto Mejía Sánchez y Gloria Gabuardi. México, 1976. LAPRENSA/Cortesía /FIPG
DEUDA CON MEJÍA SÁNCHEZ

La amistad con Ernesto Mejía Sánchez dice Francisco de Asís Fernández, “la heredé de mi padre Enrique Fernández Morales, de tal manera que crecí y aprendí de ese gran poeta que tiene una poesía de belleza casi perfecta”.

Valoró la figura literaria de Mejía Sánchez, a la par de otros renombrados del modernismo y vanguardia, como Salomón de la Selva, José Coronel Urtecho y Carlos Martínez Rivas.

Como escritor y catedrático fue amigo de grandes poetas en México, hizo estudios sobre las obras completas de Alfonso Reyes, los cuentos y poemas de Rubén Darío.

Durante vivió en España, se escribió con Vicente Alexandre, Pepe Hierro, Dámaso Alonso, Luis Rosales, entre otros, eso le valió cultivar más su amor por la poesía.

Esto, a criterio de Asís Fernández, lo hizo proyectarse tanto en círculos literarios de México, España, como Hispanoamérica, y Nicaragua.

Fernández  recordó que los poetas de su generación, de los años sesenta, conocieron y disfrutaron de la poética de Sánchez, la que fue publicada en las páginas de La Prensa Literaria.

“Nicaragua le debía este homenaje a Mejía Sánchez”, señaló Fernández, razón por la cual le ha dedicado esta edición del festival, programado mesas sobre su vida y obra, y publicado su Antología poética, la que estará en la Feria del libro de Granada.

El poeta, académico y ensayista, Ernesto Mejía Sánchez, es el poeta homenajeado por el XII Festival Internacional de Poesía de Granada.LAPRENSA/Archivo
El poeta, académico y ensayista, Ernesto Mejía Sánchez, es el poeta homenajeado por el XII Festival Internacional de Poesía de Granada.LAPRENSA/Archivo
INICIADOR DEL PROSEMA

Según el crítico Julio Valle-Castillo el principal aporte de Mejía Sánchez, en la poesía moderna latinoamericana, es el poema en prosa, bautizado por Pablo Antonio Cuadra como prosema.

Y anota que su primera incursión aparece en su libro Carne contigua (1948), poema largo compuesto en tres partes y versículos amplios. Esto posteriormente abrió puertas a otros creadores con sus prosemas–novelas; prosemas-medallones; prosemas en prosas y versos; prosemas-crítica de artes plásticas, entre otros.

Recordó que en 1980 su obra poética fue reunida bajo el titulo Recolección a mediodía; y que ahora sale a luz una nueva edición titulada Antología poética, con selección y prólogo suyos; y que publica el Festival Internacional de Poesía de Granada, con el afán de que se conozca más su legado literario.

Mejía Sánchez publicó en vida, Ensalmos y conjuros (1947); La carne contigua (1948); El retorno (1950); La impureza (1951); Contemplaciones europeas (1957); Vela de espada (1951-1960); Estelas/Homenajes (1947-1979); Poemas familiares (1955-1973); y Poemas dialectales (1977-1980).

“Mejía Sánchez es uno de los mayores, experimentales y extraordinario poeta de las Américas y de España”, exaltó Valle-Castillo en su prólogo biográfico y crítico de esta obra antológica.

FUENTE INAGOTABLE

La poeta y filóloga, Jazmina Caballero, autora del poemario Epicrisis destacó a Mejía Sánchez (1923-1985) dijo no ser una gran lectora de sus obras, pero sí insistió que es un poeta que debe leerse.

“La obra poética de Mejía Sánchez es fuente inagotable; y trabajó el prosema con genialidad, belleza y humor”, resaltó por su lado De Asís Fernández.

Festival 2016(1)

 

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí