El Partido Liberal Independiente (PLI) y el Movimiento de Renovación Sandinista (MRS), que encabezan la alianza política de oposición, Coalición Nacional por la Democracia, dieron a conocer la semana pasada los procedimientos que usarán para escoger sus candidatos a diputados en las circunscripciones departamentales.
Los otros partidos y grupos opositores, agrupados en la alianza Unidad Democrática, escogerán a sus aspirantes a diputados departamentales, pero también a su candidato presidencial, en unas primarias parciales que se realizarán a finales de febrero corriente. Cabe señalar que en estas primarias parciales podrán participar, por medio de internet, los nicaragüenses residentes en el exterior que posean sus correspondientes cédulas de identidad.
Los procedimientos que están usando los partidos y movimientos políticos de la oposición para escoger sus candidatos, se ajustan a las disposiciones de sus estatutos y reglamentos internos, de manera que se pueden reconocer como legítimos y democráticos en términos generales. Los que ya se fueron por el camino de las primarias han hecho una ruptura —que esperamos sea definitiva— del tradicional procedimiento del “dedazo” para escoger o más bien dicho imponer a sus candidatos; y en los otros hay como un comienzo de alejamiento de la mala costumbre del “dedazo” que ha causado mucho daño a la política en general y a los mismos partidos políticos.
Quienes ya optaron por el mecanismo de las primarias han dado un paso muy importante, en dirección a democratizar el procedimiento político interno para nominar sus candidatos a ejercer una función pública que es pagada por el Estado, es decir, por los ciudadanos, independientemente de sus colores políticos o de su indiferencia ante los temas electorales.
Como hemos dicho en otras ocasiones, el mecanismo de las primarias para escoger a los candidatos de los partidos y alianzas es seguramente el más democrático que existe hasta ahora. En todos los países donde se practican hay satisfacción por su funcionamiento y resultados, siempre y cuando sean —como deben de ser— justas y transparentes. De modo que los dirigentes de los partidos políticos que se precian de ser democráticos, deberían asumir el compromiso de que después que la democracia sea restablecida en Nicaragua, el procedimiento de las elecciones primarias será obligatorio para todos, por mandato de la Constitución y la ley.
La democracia no es solo una forma de organización y funcionamiento del Gobierno y el Estado. La democracia implica que los mecanismos de intermediación política entre los ciudadanos y el Estado, o sea los partidos, lo mismo que las organizaciones de la sociedad civil, también sean democráticos en cuanto a su funcionamiento interno, procedimientos de selección de candidatos, financiamiento de sus actividades, etc.
Como dice el proverbio popular, la caridad comienza en casa. Si es cierto que los partidos políticos quieren renovar democráticamente el ejercicio del poder público, tienen que convencer a la gente de su sinceridad, comenzando por democratizarse ellos mismos.
