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Los comerciantes informales se han tomado los espacios donde se desarrolla el Festival de Poesía, para aprovechar las ventas. LA PRENSA/ LUCÍA. VARGAS

Comercio informal aprovecha Festival de Poesía en Granada

Las ventas improvisadas de comida frita, así como platanitos, pupusas, raspados, pan, frutas, semillas de marañón y bebidas gaseosas, se tomaron las dos plazas donde se desarrolla la XII edición del Festival Internacional de Poesía de Granada.

Las ventas improvisadas de comida frita, así como platanitos, pupusas, raspados, pan, frutas, semillas de marañón y bebidas, se tomaron las dos plazas donde se desarrolla la XII edición del Festival Internacional de Poesía de Granada, la tarde de ayer.

El evento que se enmarca en el centenario de la muerte de Rubén Darío es dedicado al poeta de Masaya Ernesto Mejía Sánchez y en memoria del guatemalteco Luis Cardoza y Aragón.

Estará en escena durante esta semana hasta el 20 de febrero con abundantes actividades literarias, ponencias y mesas redondas en varios espacios de la ciudad y con cierres musicales. Anoche el escenario fue del cantautor Carlos Mejía Godoy.

Decenas de vendedores en su mayoría mujeres, instalaron sus canastos y algunas cocinas industriales para mover la economía familiar en el tercer día del festival cuando además se inauguró oficialmente este evento anoche.

A criterio de varios consultados, alrededor de unos doscientos vendedores informales, entre estos de Granada, Masaya y otros departamentos cercanos, ofertan sus productos.
“Todos los años vengo a vender aquí y se pone bonito por la noche cuando inician las lecturas de poesía”, dijo Ramón Cáceres, comerciante informal.

En la Plaza Independencia, donde permanece la tarima central del festival, los comerciantes se adelantan por la tarde para conseguir un lugar mejor.

En estos pequeños tramos, sobre canastos y carretones se oferta desde un caramelo hasta un servicio de comida. Por lo general la gente escucha a los expositores y aprovecha para comer algo.

PROPICIO PARA “HACER LA NOCHE”

En la Plaza de los Leones, donde también se instaló la Feria del Libro y se realiza el Micrófono Abierto, también se pudo ver mayor presencia de vendedores de alimentos, dulces y otros, pero además algunas personas venden libros, camisetas, fotografías de Granada y artesanía nacional.

Según los vendedores consultados, este tipo de actividades que mueven cantidades de personas por el día y más por la noche, resultan beneficiosas para este tipo de comercio informal, que ante la falta de un empleo es apropiado para “hacer la noche”.

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