Los mineros artesanales que el 11 de septiembre fueron desalojados siguen esperando que el Gobierno les resuelva su demanda de indemnización por 28 millones de córdobas por los daños ocasionados en la Mina Morobila y Santa Rosa, jurisdicción del municipio de Waspam, Caribe Norte.
El desalojo fue realizado presuntamente por el líder miskito Steadman Fagoth y un grupo de comunitarios del territorio indígena Wanky Li Auhbra y Wanky Lilamni.
Martín Torres López, presidente de la comisión de mineros, rechazó los señalamientos de Fagoth quien afirmó que financia a los grupos armados que operan en la zona montañosa del Wanky.
“Dios y las autoridades saben dónde me encuentro y cómo vivo trabajando para ganarme el pan de cada día, que me pruebe Steadman Fagoth lo que dice porque no es verdad que yo esté vinculado a los grupos armados”, comentó.
Cristina Granados, una de las afectadas en la Mina Santa Rosa, dijo que salió el 9 de septiembre a la orilla del río junto con unas cuarenta personas entre niños, ancianos y adultos miskitos y mestizos que huían por la amenaza de desalojo.
“Por lo menos yo traía dos vasos de oro en mis partes y me lo robaron, me culatearon a mi compañero, lo golpearon para quitarle un rifle 22 y nos abrieron valijas con dinero y prendas de oro y se nos robaron todo”, comentó la minera. Dijo que tenía diez años de trabajar en la zona y lo perdió todo.
Benilda García, una mujer miskita que trabajaba en la mina Morobila, narró que está enfrentando serios problemas para los estudios de sus hijos y como no encuentran trabajo andan posando en casa de amigos y familiares.
Ángel Martínez Pérez, otro de los mineros afectados, cuenta que su casa fue rafagueada y uno de sus niños fue alcanzado por un charnel en la cara. Le mataron sus chanchos y se le llevaron todo de su casa.
Ted Omier, líder del territorio Wanky Li Auhbra, dijo que los mineros no tienen nada que ver con el tema de los colonos y que todos pagaban sus impuestos al territorio. “Ahí se cometió un acto vandálico que debe ser castigado”, dijo.
Un total de 53 comerciantes de las Minas Morobila, Santa Risa, Victoria, San Martín, jurisdicción del municipio de Waspam, perdieron todas sus pertenencias, molinos, mercaderías y sus viviendas fueron quemadas. Más de 3,000 personas, entre miskitos y mestizos, se dedicaban a la minería artesanal y fueron afectados por el desalojo aquel 11 de septiembre del 2015 ejecutado por un grupo de indígenas.