14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Yo cliente

Yo soy tu cliente. Mírame bien. Tengo un pánico indescriptible al mal servicio, los atrasos y las mentiras o promesas incumplidas. Odio perder mi tiempo y el dinero que tanto me cuesta ganar. Mi salud se desgasta cuando me estreso, cuando tu producto no funciona como yo espero, o si demoras en atenderme/resolverme.

Yo soy tu cliente. Mírame bien. Tengo un pánico indescriptible al mal servicio, los atrasos y las mentiras o promesas incumplidas. Odio perder mi tiempo y el dinero que tanto me cuesta ganar. Mi salud se desgasta cuando me estreso, cuando tu producto no funciona como yo espero, o si demoras en atenderme/resolverme.

No me interesa que me hables de lo bueno que eres cual si fueras un egocéntrico/narcisista. Quiero que me muestres cómo tus productos y servicios me ayudarán a hacer realidad mis sueños, a vivir mejor, a gastar menos, a simplificarme la vida.

Sufro por ser minoría frente a tus “políticas y procedimientos” empresariales. Estoy solo frente al mundo y la verdad me cuesta trabajo ver la auténtica vocación de tu gente preocupándose, aunque sea un poquito por mí.

Recuerda que pago tu salario con mi dinero, y eso me da derecho a ser bien atendido y a recibir más valor de lo que pago.

Recuerda que tengo necesidades de alimentación, salud, seguridad, vivienda, deseo ser apreciado, reconocido, respetado; quiero desarrollar mi potencial y disfrutar tiempo de calidad con mis seres queridos. Te has puesto a pensar ¿En qué de todo eso realmente me estás ayudando?

Ayúdame a saber si tu producto sería la mejor opción para mí, muéstrame cómo le ha resuelto el problema a otras personas que se me parecen; demuéstrame que eres alguien serio con quien vale la pena hacer negocios.

Yo cliente, voto con los pies y si no encuentro en tu empresa lo que busco, seguramente lo haré con tu competencia.

Dame garantías que me den la seguridad de poder comprarte con confianza. Y si no cumples tus promesas, permíteme devolver el producto y compénsame por mi tiempo/dinero perdidos.

Tu mejor inversión es formar buena gente y crear una cultura de que yo cliente soy importante. Crea la vocación de no solo atenderme, sino de preocuparse por mi bienestar. Entiende de una vez que sin mí tu empresa no tiene sentido.

Yo cliente, te sugiero respetuosamente que aprendas a responsabilizar a tus gerentes y empleados de la necesidad de estar cerca de mí, de proveer un servicio rápido, amable y bien hecho. De facilitar y simplificar tus procesos burocráticos para permitirme comprar con cero molestias.

Muéstrame dónde está ese producto bueno, bonito y barato que a mí me interesa comprar.

 (*)[email protected] – Aprende más en: www.123libertadfinanciera.com

Economía atención cliente servicio archivo

Puede interesarte

COMENTARIOS

  1. Jose
    Hace 8 años

    Interesante artículo motivacional y a la vez auto-critico.No se menciona la calidad del servicio y producto, lo cual por alguna razón, se ha perdido por parte de los suplidores de los mismos.Ya el consumidor no exige:Solamente compra, paga y se retira del lugar, si es alimento no le importa que esté frio o caliente, si es servicio no le importa el tiempo que tarde, no le importa si lo que le venden vale el precio que paga.El consumidor se a acomodado a recibir mala calidad en el servicio y/o el producto que compra. Está resignado. Por lo tanto el suplidor de esos bienes no mejora su producto para satisfacer a un consumidor/cliente equivocadamente, resignado.

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí