Las autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua) aprobaron un Reglamento de Institutos y Centros de Investigación que contradice los Estatutos de la universidad al no permitir la libre elección de sus directivos, mismos que ahora serán impuestos por la rectora Ramona Rodíguez.
Tras la aprobación del nuevo reglamenteo, el pasado 12 de febrero, el Consejo Universitario de la UNAN-Managua, pidió a los directores del Instituto de Geología y Geofísica (IGG-Cigeo), Dinisio Rodríguez y Selvia Flores, directora del Centro para la Investigación en Recursos Acuáticos de Nicaragua (Cira) que sus puestos de trabajo fueran puestos “de forma inmediata a disposición de la rectora”.
Las cartas enviadas a los directores de ambos centros de investigación fueron firmadas por Luis Alfredo Lobato, secretario general de la Universidad, pero fuentes universitarias afirman que quien tomó la decisión de “imponer” a los directivos fue Jaime López Lowery, a quien llaman “el rector detrás del trono”.
Tras el fallecimiento del rector Elmer Cisneros, Ramona Rodríguez asumió la rectoría de la universidad, pero López —quien además dirige los Consejos de Liderazgo Sandinistas (CLS) dentro de la universidad— con apoyo de los miembros del Consejo Universitario crearon el denominado “Rectorado” que toma las decisiones de la universidad aún por encima de la rectora Rodríguez.
El “Rectorado” está conformado por la rectora Rodríguez, los vicerrectores López Lowery y Hugo Gutiérrez y el secretario general Lobato.
La nueva disposición del Consejo de la UNAN-Managua, según la carta que circula en el recinto con fecha del 15 de febrero, lesiona los Estatutos de la Universidad —aprobados en la sesión 14-2014— que establecen que “los directores de los centros de investigación e institutos serán electos mediante sufragio y durarán cuatro años en sus funciones”.
Las mismas reformas a la Ley de Autonomía, Ley 89, en su artículo 46 establece que “los institutos o centros de Investigación existentes y los que sean creados por las Universidades, realizarán sus investigaciones en correspondencia con los intereses generales de la Nación. Sus requisitos, estructura y funcionamiento, serán objeto de reglamentación especial por ellos mismos, tomando en cuenta las Leyes creadoras, si las hubiere”.
LA PRENSA buscó la versión de los directores del Cira y el IGG-Cigeo, pero estos no atendieron sus teléfonos celulares.
A través de la carta, los trabajadores demandan al Consejo Universitario que repeten el marco legal que rige a la universidad, que se respete la autonomía universitaria y la permanencia en el cargo de los directivos de los institutos.
La carta está firmada por más de 50 catedráticos y trabajadores de la universidad.
ESPERAN A LÓPEZ
La Asociación de Trabajadores Docentes (ATD) esperan que los directivos de la UNAN-Managua —entre ellos López Lowery— regresen de Cuba para exigir una explicación y la revocación de la nueva disposición que, según ellos, pone en riesgo la autonomía y libertad de la universidad más grande del país, dice Carlos Álvarez, trabajador y afiliado de la ATD.