El gerente general de la Comisión Nacional Ganadera de Nicaragua (Conagan), Ronald Blandón, confirmó que existe una fuerte preocupación del sector ganadero por la escasez de agua en varias zonas secas del país, donde se encuentra al menos el treinta por ciento del hato nacional.
La situación es más crítica, agrega, porque según reportes internacionales de meteorología la sequía que está provocando el fenómeno de El Niño se podría extender hasta agosto, cuando se espera caigan las primeras lluvias del invierno 2016.
“Todavía no sabemos si va a llover en mayo, creemos que hasta junio o agosto. Ya hay impacto, hay gente que en el Corredor Seco, que el año pasado no pudieron prepearse, como decimos nosotros, con alimentos (para el ganado), es la que va a tener mayor impacto”, sostuvo.
El Centro de Predicciones Climáticas de la Agencia Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) en su último reporte (el 11 de febrero) indica que la mayoría de los modelos indican que El Niño se debilitará hacia finales de la primavera del hemisferio norte (junio) o inicios del verano (finales de junio-julio). “Luego, las probabilidades de condiciones de La Niña aumentan hasta el otoño (finales de septiembre)”, indica en su página web. La Niña, contrario a El Niño, trae excesos de lluvia.
¿QUÉ HACER?
Entre las recomendaciones que Conagan está orientando a los ganaderos de la zona seca es que solo se queden con los animales más productivos y a los que pueden asegurarle agua y comida, porque de lo contrario “se arriesgan a que los animales se debiliten y mueran”.
“Hay problemas serios, en el sentido de que los acuíferos están reduciéndose mucho, hay gente que tiene pozos pero los niveles están muy bajos, entonces eso sí es (un) problema que no solo lo está viviendo Nicaragua, sino todo Centroamérica y Colombia”, afirma.
En las zonas afectadas por la escasez de agua Blandón estima que hay al menos 1.2 millones de cabezas de ganado de productores de pequeña, media y gran escala que abarca a departamentos de Chinandega, León, Madriz, Nueva Segovia, entre otros. “Hay lugares pequeños que están bien áridos. Hasta el momento no tenemos muertes de animales, pero seguramente los niveles de productividad van a bajar porque los animales están más desnutridos y entonces la producción baja”, enfatiza.
“Es difícil calcular cuántos animales ahorita están en riesgo, porque no sabemos cómo se preparó la gente, esperamos que los pronósticos del clima cambien y que logremos tener lluvias”, afirmó.
Onel Pérez, director ejecutivo de la Cámara de Plantas Exportadoras de Carne Bovina (Canicarne), aseguró que hasta la fecha hay una baja de hasta el cuarenta por ciento en la entrega de ganado a los mataderos, pero especificó que esto no se debe a la sequía, sino a la salida ilegal de ganado.
No obstante indicó que si se extiende la sequía, posiblemente la entrega de animales a los mataderos aumente, aunque aclaró que tienen la esperanza de que el invierno entre con normalidad para que el sector ganadero no vea dañada aún más la productividad.
