Las principales cuencas hídricas que existen en la Costa Caribe han sufrido severos daños producto de la deforestación por la fuerte migración de campesinos y el avance de la frontera agrícola, así como la ganadería extensiva. Estos factores han provocado que los ríos hayan disminuido su caudal, confirmaron expertos en el tema de los recursos naturales del Caribe Norte.
El ambientalista Luis Herrera Siles dijo que las tres cuencas hídricas más importantes en el Caribe Norte son los ríos Prinzapolka, Wawa y Kukalaya y estos han sido afectados al punto de que se redujeron los meses de navegación.
La cuenca Kukalaya ha sido altamente afectada porque es habitada por mestizos que llegan de Río Blanco, Boaco, Matiguás. Por otra parte, la cuenca del río Wawa es afectada por la deforestación y la sedimentación, ya que campesinos del interior del país han talado los bosques en el Pacífico y llegan con la misma cultura.
Esas tres cuencas que drenan al Caribe en los próximos veinte años tienden a desaparecer si no se toman las medidas correspondientes, dijo Herrera.
Los demás ríos en su mayoría presentan condiciones muy malas porque están secos, como el Coperna, Tadazna y Yaoya. La situación empeora porque en la zona no hay interés de hacer un plan de manejo y salvar estas cuencas hídricas.
El biólogo Jadder Mendoza Lewis dijo que el cambio climático está afectando, pues en el Caribe no caen aquellas lluvias que duraban tres días consecutivos. Según Mendoza, ahora en un solo día caen torrenciales aguaceros que saturan los ríos y provocan desastres.
DEFORESTACIÓN Y SEDIMENTACIÓN
Mendoza considera que la deforestación influye en la zona, ya que la protección de los ríos es la vegetación y en la mayoría de los casos hay una alta tala de árboles. La laguna de Karata está seca y no es que bajó el nivel del agua, sino que hay una alta concentración y sedimentos que afectan el caudal.
Además, Mendoza sostuvo que se ha encontrado —según estudios hechos en el río Escondido— presencia de químicos en el camarón, lo que afecta el crecimiento de los crustáceos y eso incide negativamente en la economía de los comunitarios.
Hay baja productividad en la actividad pesquera y agrícola por los efectos del cambio climático y la deforestación.
PROPUESTAS
Según Herrera, se debe trabajar en una educación en todos los niveles para que se puedan desarrollar procesos de regeneración natural en las zonas deforestadas. Mientras que Mendoza considera que se debe hacer un plan de ordenamiento de uso del suelo y que las autoridades del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena) y el Instituto Nacional de Forestación (Inafor) sean más beligerantes con el cumplimiento de la Ley sobre la protección de los recursos hídricos.
También propone que se trabaje en los incentivos a las unidades productivas que cumplan con ciertas condiciones ecológicas que promuevan la reforestación en las áreas hídricas y la implementación de los sistemas agroforestales.