¿Estás cansada de dar la imagen de una chica perfecta? Entonces ¿por qué lo hacés? Tampoco lo sabés pero tenés miedo que nadie te quiera después de confesar que no sos así en realidad. ¿Qué hacer? Aquí te ayudamos.
Tu vida parece un filtro de Instagram: siempre estás divina, de buen humor, sos graciosa, tirás la palabra justa en el momento indicado, estás para todo el mundo, pero ¿sos perfecta? ¡Nada que ver!
El portal Para Teens habla sobre este tema que seguro te ayudará mucho si estás metida en este rollo.
El primer punto a trabajar es la confianza en vos misma. “Una de las bases del bienestar es la autoconfianza. Cómo te sentís con vos misma influye en la manera de relacionarte con los demás, en tu forma de vivir y en la manera de enfrentar los problemas. Una persona con autoconfianza disfruta hacer las cosas que le gustan sin estar pendiente de la opinión de otras personas. En cambio, alguien inseguro pasa mucho tiempo pensando en qué opinarán los demás e incluso evita mostrarse cómo es, por miedo a lo que a otras personas pudieran creer”, explica la psicóloga Malena Cogorno.
Tener confianza en vos misma tiene muchas ventajas: te animás a probar cosas nuevas… porque sabés que podés disfrutar de esa experiencia, no vivís pendiente de lo que piensen sobre vos y te sentís orgullosa de vos, porque conocés tus fortalezas y debilidades.
Ahora, si crees que no tenés autoconfianza o que necesitás incrementarla, la especialista nos pasa algunas estrategias para que puedas desarrollarlas.
TOMÁ APUNTES
1- No pretendás agradar a todos. Valora la opinión de quienes te quieren y te conocen realmente, el resto de los comentarios no deben afectarte.
2- Evaluate de manera realista. No confíes más en el juicio de los demás que en el tuyo propio. Si crees que lo que estás haciendo es lo mejor para vos, no permitas que otros impongan su punto de vista.
3- Conocete. Reconocer tus emociones y sentimientos hace que puedas actuar en consecuencia. Evaluar tus fortalezas y debilidades te permite aprovechar las primeras y trabajar para mejorar las segundas.
Y luego, de a poco, comenzá a mostrar tu verdadera personalidad. Vas a ver que si actuás de buena fe, todos te van a querer.
EJEMPLO
¿Te acordás de Essena O’neill? Aquella modelo australiana que parecía tenerlo todo: más de medio millón de seguidores en Instagram, muchos vistos en YouTube y una vida que se mostraba perfecta. Cansada de fingir quien no era, decidió compartir su historia para que todas las adolescentes por el mundo se enteren de que no todo es tan maravilloso como parece y que tienen que quererse como son sin intentar aparentar algo que no.
Pese a su popularidad, esta joven decidió dar un giro radical a su vida digital al considerar que lo que en ella reflejaba “era una gran mentira”. “Me convertí en una adicta a las redes sociales, a los ‘likes’, a la aprobación de la gente”, confesó Essena.