El cantante español Pablo Alborán, en su debut como cantante en el Festival de Viña del Mar, conquistó con sus melodías románticas a un público entregado que más tarde se puso a bailar al ritmo del reggaetón del también debutante Nicky Jam.
El evento coronó una quinta noche de éxitos con las actuaciones de Alborán, uno de los más jóvenes en participar en esta 57 edición, que recibió el favor de un público mayoritariamente femenino y rendido de antemano que coreó junto a él alguno de sus éxitos, como Pasos de Cero y Perdóname, e incluso desplegó un amplio cartel durante su actuación en el que se podía leer “Eres el número uno en nuestro corazón”.
El cantante ya había participado en el certamen hace tres años como jurado, pero este fue su debut en el escenario y manifestó en la rueda de prensa posterior, tras recibir las famosas gaviotas de oro y plata por parte del temido “monstruo” (como se conoce al público que acude a ver al certamen por su histórica severidad) que “aún estaba en shock” y que “le iba a costar asimilar” su triunfo.
“Si estar aquí hace tres años ya era un regalo, estar hoy y llevarme las gaviotas, y sobre todo el cariño del público y diversión, y esa emoción, porque estaba muy emocionado, es el mejor regalo que un artista puede tener”.
NICKY JAM EN ESCENARIO
El debut del reggaetonero Nicky Jam, representante de la nueva escuela de este género, puso a bailar al “monstruo” de la Quinta Vergara, especialmente con su conocido éxito El Perdón y recibió también las dos gaviotas como premio a su actuación.
La actuación de Jam despertó por primera vez despertó al público que mostró su enfado cuando el cantante abandonó el escenario, alrededor de las 3 de la mañana. Pese a las quejas de más de 10 minutos, este no volvió a actuar.