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El entusiasmo de crear proyecto como Sifais en La Carpio fue transmitida por la líder comunal nicaragüense de La Cueva Sapo, Alicia Avilés, a la empresaria costarricense Maris Stella Fernández. Le indicó que así como se pudo hacer un equipo de fútbol para la tercera división, se podía formar una orquesta, Y así fue. LA PRENSA/Josué Bravo

El entusiasmo de crear proyecto como Sifais en La Carpio fue transmitida por la líder comunal nicaragüense de La Cueva Sapo, Alicia Avilés, a la empresaria costarricense Maris Stella Fernández. Le indicó que así como se pudo hacer un equipo de fútbol para la tercera división, se podía formar una orquesta, Y así fue. LA PRENSA/Josué Bravo

Cinco años de llevar luz a La Carpio

Todo comenzó con apenas 20 flautas de plástico, 20 bolillos de percusión y las enormes ganas de hacer algo diferente, bueno, ara los niños y jóvenes de una comunidad marginal que solo figuraba hacia fuera desde las secciones de sucesos de los informativos.

Todo comenzó con apenas 20 flautas de plástico, 20 bolillos de percusión y las enormes ganas de hacer algo diferente, bueno, ara los niños y jóvenes de una comunidad marginal que solo figuraba hacia fuera desde las secciones de sucesos de los informativos.

Cinco años después, aquél desvencijado galerón cubierto de zinc, piso de tierra, sin baño, ni ventilación, ni energía; es el fiel testigo de que de lo poco y con entusiasmo, se pueden cambiar vidas, transformar crudas realidades y a una comunidad completa.

El Sistema Integral de Formación Artística para la Inclusión Social (Sifais) cumplió cinco años de haber iniciado la formación en variadas áreas de habitantes de todas las edades en La Cueva del Sapo, el otrora barrio de La Carpio, la comunidad en la que conviven más de 20 mil personas, entre nacionales y nicaragüenses.

Y lo hizo el sábado a lo grande: con demostraciones artísticas de lo que es hoy una gran orquesta con niños y adolescentes de la comunidad; y un concierto gratuito al pie de la nueva estructura con Malpaís, el grupo de música costarricense que combina el folclore con influencias de ritmos latinos variados.

“Celebramos el quinto aniversario de haber llegado por primera vez a la comunidad. Estos cinco años nos han dejado un testimonio de que se puede hacer inclusión social ‘multivía’ a través del trabajo voluntario, se puede hacer triunfar la generosidad sobre la comodidad, se puede hacer triunfar el optimismo frente a la derrota”, resumió Maris Stella Fernández, directora de Sifais.

Carpio

La Cueva del Sapo, el nombre del barrio peyorativo que recoge todos los estigmas posibles, es una Cueva de Luz, una pequeña ciudadela con aires de cambios sostenida visualmente por un moderno edificio de madera de 4 pisos, construido con donaciones.

Cinco años después de echar andar el sueño en el viejo galerón antes descrito, maestros voluntarios imparten 130 talleres y programas de enseñanza educativa, música, pintura, danza, boxeo, costura y panificación, entre otras; así como un kínder con 36 niños de edades de entre 3 y 6 años.

“Se puede demostrar que lo precario en esta comunidad es lo material, no el talento de las personas. Se da un testimonio a las personas que con solo 3 horas de trabajo voluntario de un ser humano, se puede hacer una transformación radical en la vida de una comunidad que era discriminada, tanto así que ni siquiera los miembros de aquí a la Cueva del Sapo querían venir, por eso le llamo Cueva de Luz”, añadió.

En este proyecto de iniciativa privada sin fines de lucro, se promueve la superación personal y la integración social a través de la enseñanza y aprendizaje de una destreza artística, un deporte o una técnica.

Christopher Martínez Aragón, un joven de 17 años de La Carpio que tiene tres años y medio de instruirse en este centro, explica el valor de aprender sin pagar dinero.

“Esto tiene un enorme significado, porque un curso de los que recibimos gratis acá cuesta mucho dinero en un instituto. Yo primero aprendí piano, a leer música y luego a tocar el piano, cosa que en mi vida jamás sabía lo que era la música”, relata.

“Ahora estoy estudiando periodismo aquí mismo. He aprendido a redactar noticias para prensa escrita y radio, es un inicio para lo que será el periódico digital que haremos de Sifais. De la Carpio se tenía la idea que era una comunidad peligrosa, ahora se dicen cosas buenas de La Carpio y eso nos da orgullo”, añade.

Para el compositor, pianista, productor, ex ministro de cultura (2010-2014) y músico de Malpaís, Manuel Obregón; proyectos como este transforman individualmente al ser humano, a la familia, la comunidad y el entorno social.

“Aquí hay cambio radical. Hace algunos años la comunidad tenía más problemas sociales e inseguridad, pero esto da esperanza en muchos cambios para cada uno de los niños que tienen acceso a la cultura, primero como personas a nivel individual, espiritual; eso se replica en cada hogar, se transmite ese conocimiento a la familia y la familia a la comunidad y a la sociedad”, resaltó esta figura de la cultura costarricense.

Ha sido tanto el éxito de Sifais en La Carpio, que la iniciativa se está replicando en Barrio México, San José, donde prostitutas aprenden habilidades artísticas, deportivas y otras. Lo mismo ocurre en otro barrio de Guanacaste, zona norte, que va saliendo de la marginalidad a través de la cultura.

PIE DE FOTO
El entusiasmo de crear proyecto como Sifais en La Carpio fue transmitida por la líder comunal nicaragüense de La Cueva Sapo, Alicia Avilés, a la empresaria costarricense Maris Stella Fernández. Le indicó que así como se pudo hacer un equipo de fútbol para la tercera división, se podía formar una orquesta, Y así fue. (J. BRAVO).

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COMENTARIOS

  1. Maris Stella Fernández
    Hace 8 años

    Gracias Josue. Tu cobertura siempre es muy completa. Me impresiona tu capacidad de captar en poco tiempo realidades profundas, y poder compartir con verbo fácil situaciones complejas! Muchas gracias por dar a conocer el Sifais en Nicaragua!

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