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Violeta Granera: “Nos estamos aislando”

Violeta Granera, directora del MPN, analiza la reciente crisis entre el Gobierno de Nicaragua y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, además del panorama electoral 2016.

Violeta Granera está acostumbrada a discutir desde la acera de enfrente al poder. Sus primeras discrepancias las tuvo con su padre, Ramiro Granera, un senador somocista con quien dice que no coincidía en su forma de hacer política, pero que respetaba cómo ella pensaba. Su padre fue asesinado por los sandinistas en los tiempos de la guerra y por eso Granera confía en que las salidas armadas no son la opción que deben seguir los nicaragüenses.

Su vida ha estado dedicada al activismo y desde el 2007 que es directora del Movimiento por Nicaragua ha sido criticada por el oficialismo por cuestionar las políticas de Daniel Ortega. “Eso me tiene sin cuidado”, responde, pues asegura que todo lo que se dice de ella son calumnias que nadie puede probar. Granera ha visto recientemente los intercambios de cartas entre el Gobierno y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), al que acusaron de tener actitudes injerencistas y asegura que el episodio será muy perjudicial para Nicaragua. En esta entrevista con Domingo habla sobre eso y el panorama electoral de este año, así como el papel de las ONG del país y la falta de recursos que tienen desde el 2007.

¿Cómo ha sido el trabajo en el Movimiento por Nicaragua desde que Daniel Ortega asumió el poder?

Ha sido muy difícil para el país, primero. Cuando asume la dirección del país un Gobierno que no cree en el diálogo amplio y solo con los afines al Gobierno, el ejercicio ciudadano se debilita. Las organizaciones hemos sufrido todo tipo de agresión. El Movimiento por Nicaragua de manera directa no, pero sí organizaciones aliadas con las que trabajamos juntos.

Pero yo recuerdo que hubo un tiempo que a usted la atacaban desde los medios oficialistas.
¡Ah bueno! Eso es constante. Desde que salí del Conpes he recibido ataques y calumnias de parte del sector oficial. Pero eso me tiene sin cuidado. No le pongo mente porque creo que eso es parte de la cultura política negativa que tenemos en el país y son acusaciones que jamás me han podido comprobar. He sido consecuente con lo que he dicho y con lo que pienso.

¿Y financieramente cómo está el Movimiento con el retiro de gran parte de la cooperación externa?

Ha sido difícil, es obvio. Las organizaciones de sociedad civil trabajamos con base en proyectos y es una voluntad política de los amigos de Nicaragua y de los amigos de la democracia destinar fondos a la sociedad civil en su trabajo en el entendido de que sin una sociedad civil vigorosa no podemos sostener una democracia. Nosotros tenemos mucho voluntariado y cuando hemos hecho marchas hemos recibido apoyo de nicaragüenses privados que nos han dado para esas actividades.

¿Cuánto ha sido la reducción de esa cooperación?

En el MpN, antes que yo llegara a dirigirlo, acababan de pasar las elecciones del 2006 y tuvimos bastantes recursos. Cuando yo llegué, ya con el gobierno de Ortega, la situación comenzó a declinar desde el punto de vista financiero. Ahorita tenemos dos proyectos, que juntos suman unos 110,000 dólares al año. Es menos de un tercio de lo que recibíamos antes.

¿Están en crisis?

Yo no diría que estamos en una situación caótica. Estamos financieramente recortados, pero la gente sigue trabajando y sigue apoyando al Movimiento por Nicaragua.

Ahorita con el caso del PNUD se mencionaba que muchos de los fondos de algunas ONG se usan para financiar a partidos políticos, ¿cómo distribuyen ustedes los recursos que tienen?

Nosotros tenemos una institucionalidad bastante fuerte. Tenemos políticas, un reglamento interno. Para la parte de las políticas está un reglamento que lo conocen todos los miembros del MpN, que está muy claro. Por ejemplo, nosotros no podemos negar el derecho de ser electo en un cargo de elección popular, pero si un miembro quiere optar a un cargo, tiene que separarse de los mecanismos de toma de decisiones del Movimiento para no dar lugar a un conflicto de intereses. Y en la parte financiera y administrativa tenemos un manual de procedimiento interno. Se entregan los reportes en tiempo y forma a Gobernación. Es decir, aquí hay total transparencia.

El Gobierno también se quejaba de la contratación de “opositores” por parte del PNUD, ¿eso es común entre las ONG?

Mirá, el PNUD, desde que subió Daniel Ortega al poder, ha mantenido una actitud de distanciamiento con las organizaciones de la sociedad civil. Antes estaba el foro de Género y el de Desarrollo, teníamos mucha más interacción con el trabajo del PNUD. No sé qué organizaciones han tenido financiamiento, el MpN no. Yo no conozco de partidos políticos que sean apoyados por el PNUD. Es más, el único programa que yo conozco de apoyo a los partidos políticos fue antes de este Gobierno y fue manejado por Valdrack Jaentschke, el ex vicecanciller del Gobierno de Ortega. O sea, una persona que estaba manejando las relaciones con todos los partidos y nadie objetó que él, siendo tan cercano a Ortega, manejara ese programa.

¿Cómo vio el reciente intercambio de cartas entre el PNUD y el Gobierno? Hubo acusaciones bastante fuertes.

Es verdaderamente una aberración y una vergüenza ajena. El Gobierno está en la obligación de presentar pruebas de esas acusaciones. Y decir quiénes son los partidos políticos que están siendo financiados por el PNUD. No se puede hacer acusaciones de ese nivel sin tener pruebas en mano. El Gobierno dijo que el PNUD había aceptado hacer una “limpieza”, ese es un término hitleriano. Uno puede deducir que eso significa despedir a todas las personas que no están de acuerdo con el Gobierno, pero eso no le consta a nadie que lo haya dicho el PNUD, eso es lo que el Gobierno dijo que le dijo el PNUD.

El Gobierno se quejaba del tono en el que el PNUD había respondido esa carta y dijo que era inusual, ¿para usted se pasaron los límites del respeto?

El PNUD lo que respondió fue que esas acusaciones eran infundadas. Porque era lo mínimo que podía decir. El PNUD no fue ofensivo con el Gobierno, simplemente hizo lo que tenía que hacer, que era aclararle al pueblo de Nicaragua que esas acusaciones injuriosas del Gobierno no las aceptaban. Yo creo que eso fue lo pertinente. Aquí lo que cabe es que el Gobierno explique cuál es el fundamento de esas acusaciones.

¿Este tipo de comportamiento podría reproducirse en otros organismos de cooperación, como ya ocurrió antes?

El caso con el PNUD es insólito. No hay antecedentes de gobierno alguno que hayan provocado una confrontación como esta. Esto no es solo con esta agencia de desarrollo, son todas las agencias de desarrollo de las Naciones Unidas. Aquí estamos hablando de diversas organizaciones que tienen sede en Nicaragua y que han dado gran colaboración a Nicaragua en momentos normales y momento de crisis y desastres naturales. Pero la relación con la cooperación, este hecho no es inusual. Tenemos por lo menos diez casos de irrespeto a miembros de agencias, embajadas y cuerpo diplomático. Aquí el Gobierno ha ido perdiendo la perspectiva y la única explicación de eso es que el ejercicio del poder de una forma autoritaria hace perder la perspectiva. Eso va a tener repercusiones muy negativas.

¿Qué repercusiones ve?

Bueno, que la cooperación se ha ido retirando. Nosotros no somos el ombligo del mundo. El PNUD para conseguir recursos para Nicaragua ha tenido muchos problemas. Los países nórdicos se han ido retirando. Y esa pretensión que tiene el Gobierno de que les trasladen el manejo de los recursos a las instituciones públicas no es una cosa que se hace de la noche a la mañana. Cuando yo trabajaba en el Banco Mundial me tocó el inicio de un mecanismo que apunta a eso, que se llama “apoyo presupuestario”, que significa que en lugar de manejar los donantes los recursos ya pudieran trasladarse poco a poco a las instituciones del Estado. Eso es una medida sana, pero implicaba un fortalecimiento institucional que fue muy duro.

Si un cooperante se va del país, ¿realmente eso afecta? Porque uno ve las cifras de crecimiento y no parecen ir a la baja.

Aquí el problema de Nicaragua, que además es histórico, es que aquí habemos dos Nicaraguas. Una que ha ido mejorando sus condiciones, no podemos negar que ha habido un relativo crecimiento económico, que este Gobierno ha manejado la macroeconomía de una forma razonable. Pero hay otra Nicaragua que no está recibiendo los beneficios de ese crecimiento económico. Si un éxito le reconozco a este gobierno es que ha tenido una campaña publicitaria muy eficiente y vinculada a la cooptación y compra de los medios de comunicación que hace parecer que estamos en una bonanza y todos son felices y eso no es verdad. Aquí hay un sector que está mejor, pero la mayoría estamos igual o peor que como estábamos antes.

Antes el discurso era que si se iba la cooperación teníamos Venezuela, ahora ese país no está en buenas condiciones.

Exactamente. El crecimiento económico de Nicaragua no descansa en mayor productividad ni en una generación de trabajo que permita que la gente mejore sus condiciones de vida. Es un crecimiento muy frágil y es lo que estamos viendo ahorita. Las condiciones favorables que tuvo Ortega en los años anteriores están cambiando, los recursos de Venezuela han mermado y probablemente van a mermar mucho más. El precio de nuestros productos de exportación también ha ido bajando.

Pero el presidente Ortega tiene de aliados a China, Rusia, ¿ellos no pueden ocupar el lugar de Venezuela?

Todos esos son resabios de una ortodoxia que ya no encaja en Nicaragua. No se la creen ni los mismos funcionarios de Gobierno. China no está en condiciones de ayudar a Nicaragua y Rusia está muy largo. Nuestro principal mercado de exportación es Estados Unidos y Centroamérica y es con los que se está predisponiendo el Gobierno. Ya vimos el caso de los cubanos, que de manera totalmente insólita e irresponsable les obstruyeron el paso y cuando se buscó un acuerdo regional, el Gobierno no dio la cara. Nosotros estamos haciendo todo para quedarnos aislados.

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Y sobre eso de Venezuela no parece que sea solo Venezuela la que cae, en Argentina salió Cristina Fernández de Kirchner, en Bolivia Evo Morales acaba de perder un referéndum, ¿eso es una tendencia?

Yo creo firmemente que ningún gobierno autoritario es sostenible. La gobernabilidad depende de la capacidad que tengan los gobiernos de escuchar a la gente, de incluirla y de dar respuesta a las necesidades de un país. Sin duda eso marca una tendencia. Llega un momento en que la gente se da cuenta que eso no va a resolver los problemas de nadie. Lo vemos aquí en Nicaragua, está bueno que haya programas sociales, pero eso no va a resolver los problemas sociales. Lo que aquí necesitamos son políticas públicas que privilegien a los más necesitados.

¿Cómo ve el panorama electoral en Nicaragua de cara a las elecciones de este año?

Desde que se vinieron cometiendo los fraudes hemos venido insistiendo en mejorar el sistema electoral y mejorar la Ley Electoral, pero los fraudes de los últimos años que se han dado tienen que ver con violaciones a la ley Electoral. No importan las deficiencias que tenga la Ley, pero si tan solo se respetara la Ley Electoral ya estaríamos caminando de otra manera en Nicaragua.

¿Y los cambios que se acaban de hacer no van a influir en algo en el cambio de imagen?

Absolutamente no. No creo que vaya a influir ni a nivel nacional ni a nivel internacional. En primer lugar la demanda era cambiar magistrados del CSE y hay suficientes justificaciones para esto. Este cambio que quisieron maquillar con asuntos de equidad de género. Es hasta irrisorio, porque todos hemos visto cómo utilizan a las mujeres en el Gobierno. Ahorita están en un ministerio y mañana las pueden sacar. Yo respeto, no conozco a estas dos personas, (Norma Moreno, Mayra Salinas), pero lo que sí puedo decir con convicción es que el Gobierno lo hizo muy mal. Era una de las pocas oportunidades para dar una señal para evitar lo que puede venir en el 2016 y 2017.

Pero es que también pudieron dejar a los magistrados que estaban y no hacer ningún cambio.

No porque el Gobierno lo que dijo fue que era para darle cuota a las mujeres, pero eso no tiene ningún sentido cuando se gobierna de una manera autoritaria.

¿Pero cuál sería la salida, según ustedes, entonces?

Nosotros en el Movimiento por Nicaragua hemos dicho hasta la saciedad que los poderes del Estado no deberían ser partidarizados. Este asunto comenzó y se fortaleció en los últimos años, pero realmente el sentido especial del árbitro electoral es que sea creíble sin distinción política.

Pero es que no hay otra salida, porque los candidatos los proponen los partidos políticos y los dos grandes son el PLI y el FSLN.

Sí, pero eso no debería ser un obstáculo si pensaran en el país. Porque en el 2010 que debía haber cambios de magistrados que era el momento de hacerlo legalmente, las organizaciones mandamos una lista para todos los poderes del Estado. Con nombres que fueron sacados de encuestas que hizo el Cosep sobre la idoneidad de los candidatos.

¿A usted le gustaría ser candidata al CSE?

Me lo preguntaron en esta ronda de propuestas, pero no quise aceptar porque creo en el trabajo que hacemos en el MpN y es importante. Aunque no tenemos el poder político formal estamos trabajando por la gente y no vamos a tener mejores gobernantes si no tenemos una ciudadanía más activa y más fortalecida y no quise aceptar. También don Fabio Gadea me ofreció ser su fórmula en el 2011 y en ese momento yo tenía un problema personal y no era el momento. No soy una persona con aspiraciones a cargos públicos ni estoy en contra de eso.

Plano Personal

Violeta Granera tiene 63 años.

Es madre soltera de cinco hijos.

Su momento más duro fue el fallecimiento de su hija en el 2013.

Dice que no es deportista y uno de sus pasatiempos es leer.

Le gusta mucho el nacatamal, hacer manualidades, pintar y arreglar cosas.
Es socióloga.

Empezó trabajando en la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos y en el grupo Fundemos.

Estuvo trabajando en el Banco Mundial durante tres años, pero dice que no iba con su vocación y dejó el empleo.

Es directora ejecutiva del Movimiento por Nicaragua desde hace siete años.

 

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COMENTARIOS

  1. Xalvador de Lagos
    Hace 8 años

    Hay un ambiente de temor en la poblacion, nos sentimos amedrentados por los sicarios del sandinismo, los politicos de la oposicion no son ninguna garantia, pues duermen con el Gobierno, me recuerda los tiempos de Somoza, asi comemzo TODO con temor…. con el pasar del tiempo y aumentar los abusos de poder, el miedo se convirtio en accion….. Es cuestion de tiempo, ya llegara el momento que Nicaragua sera libre de verdad.

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