Al ser blanco de los delincuentes y en muchos casos tener poco patrullaje policial alrededor de donde hacen sus labores, los cambistas han optado por buscar seguridad privada y la compañía de sus colegas para evitar los atracos.
Hace algunos días, en Granada, delincuentes aún no identificados robaron a un cambista y hasta ahora el caso no se ha esclarecido, según el gremio. El asalto ocurrió en la mañana del 18 de febrero cuando el señor Juan Sirias Montiel se dirigía a su puesto de trabajo a bordo de una motocicleta. Lo robado asciende a unos 8,500 dólares.
Los ladrones se movilizaban a bordo de un automóvil con placas de Managua. En la calle 14 de Septiembre embistieron a Sirias para tumbarlo y luego lo despojaron del dinero y su celular.
Los altos mandos de la Policía de Granada, hasta la fecha no se han pronunciado al respecto. Por su parte Javier Macanche, coordinador del gremio de cambistas en Granada, dijo esta semana que tampoco a ellos les han informado nada.
CON TEMOR EN CHINANDEGA
En Chinandega más de cuarenta cambistas y una decena de corredores están en riesgo. Se cuidan entre ellos y podrían defenderse con sus propios medios si las circunstancias lo permiten.
En seis estratégicos puntos de la ciudad se ubican los cambistas chinandeganos; la esquina del mercado de mayoreo El Bisne, esquina opuesta al norte del Palacio Municipal, esquina de los bancos, esquina del antiguo Banic, esquina del otrora Cine Alhambra, y el nuevo punto en la antigua ferretería Navarro.
En la esquina opuesta al norte de la Alcaldía chinandegana, los cambistas indicaron que se sienten como a la deriva. Estar cerca el uno del otro y no detenerse en la calle cuando alguien les llame en actitud sospechosa son algunas de las recomendaciones para el gremio.
“No hay patrullajes y cuando hay capturas luego los liberan (a los que roban a cambistas), hay casos que han quedado impunes”.
Fernando Rivera, cambista de Chinandega.
Adolfo Pantoja, de Chinandega, dijo que en los años noventa se retiraban hasta las 9:00 p.m., cuando esperaban el último bus que llegaba de Managua para cambiarles a las comerciantes que viajaban a Honduras, pero la peligrosidad aumentó y desde entonces trabajan solo de día.
En el 2003 asesinaron a Rolando Hernández en su casa del barrio El Calvario. Ladrones dieron persecución también en esa época a Luis Mejía en el barrio La Resistencia para herirlo de bala y robarle. En el 2004 tres cambistas cayeron con dos mujeres que les convencieron para trasladarse a una casa y ahí estaban unos sujetos que los golpearon, los ataron y robaron los dólares.
MUERTOS EN ESTELÍ
A pesar de que todavía no tienen un contacto directo con la Policía en caso de cualquier emergencia, los cambistas de Estelí sostienen que existe mayor seguridad. “Hay constante patrullaje de parte la Policía en los puntos donde están ubicados los cambistas”, aseguró Buenaventura Aráuz. Además de que algunos tienen seguridad personal, todos han tomado medidas para evitar caer en manos de la delincuencia.
Joel Zeas y Vladimir Flores Toruño son los cambistas que han perdido la vida en los dos últimos años. Fueron víctimas de delincuentes y en el caso del primero fue asesinado de varios disparos a tres cuadras de su casa el 30 de julio de 2014 y los presuntos autores del delito fueron identificados como la banda delictiva “Pura Vida”, dos de sus miembros están cumpliendo condena.
Agustín Espinoza habría sido víctima de un secuestro en el que habría perdido cuatrocientos mil córdobas que llevaba a su trabajo.
La Policía sospechaba de que se trataba de un robo simulado, pero el cambista asegura que tuvo que vender su camioneta para continuar con su trabajo, para el que mantiene seguridad personal.
Así mismo confirmó también que hay mayor patrullaje de parte de la Policía en los puntos donde compran y venden dólares.
(Lucía Vargas, Saúl Martínez, Roberto Mora).