Las autoridades sanitarias de Honduras han registrado 164 casos de mujeres embarazadas que han contraído el zika, mientras que otras 56 personas han sido afectadas por el síndrome de Guillain Barré, informó este sábado una fuente oficial.
El subsecretario hondureño de Salud, Francis Contreras, dijo a periodistas que las embarazadas afectadas están “bajo vigilancia médica”.
La Secretaría de Salud de Honduras registra en lo que va de 2016, globalmente, unos 25,000 casos de personas que han contraído el zika, chikunguña y dengue, enfermedades que son transmitidas por el zancudo Aedes aegypti.
El alto cargo indicó que el país también registra 56 casos de personas que han sido afectadas por el síndrome Guillain-Barré, que ataca el sistema nervioso, en algunos casos puede ocasionar debilidad muscular y ha sido vinculado con el virus del Zika.
El zika causa un brote de erupciones en la piel que puede ir acompañado de fiebre, artritis, conjuntivitis, dolores musculares o dolor de cabeza, entre otros síntomas.
Además, el virus ha sido relacionado con casos de microcefalia en recién nacidos y transtornos neurológicos, aunque aún no hay comprobación científica.
Una mujer hondureña embarazada que el pasado 27 de febrero había sido registrada con síndrome Guillain-Barré, asociado al zika, perdió su bebé de dos meses de gestación.
Se trata de Gabriela Yanes, de 29 años, quien permaneció dos semanas ingresada y perdió a su bebé, dijo este martes a periodistas el portavoz del mismo nosocomio, Miguel Osorio.
El caso de Yanes es el primero registrado en Honduras de una mujer embarazada con el síndrome Guillain-Barré.
El virus del zika, además de su posible vinculación a la microcefalia, podría provocar muerte fetal y otras anormalidades en la gestación cuando se contagia una mujer embarazada, según un nuevo estudio publicado este viernres en la revista especializada New England Journal of Medicine.
El informe aporta nuevos vínculos entre la infección y “graves consecuencias” en la gestación, como muerte fetal, insuficiencia de la placenta con poco o sin líquido amniótico, o daños en el crecimiento del feto y en el sistema nervioso del mismo, incluyendo una potencial ceguera.