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Pymes nicas deben adoptar tecnología

Meng Hongwei vive confinado desde hace varios años a una silla de ruedas, después de haber sufrido un accidente. Dueño de un rancho ganadero, Meng reside en la provincia de Shandong en la zona oriental de China, desde donde ha empezado a construir un negocio exitoso vía online, lo que le ha permitido superar con creces el ingreso promedio de un chino con algún tipo de limitaciones físicas.

Meng Hongwei vive confinado desde hace varios años a una silla de ruedas, después de haber sufrido un accidente. Dueño de un rancho ganadero, Meng reside en la provincia de Shandong en la zona oriental de China, desde donde ha empezado a construir un negocio exitoso vía online, lo que le ha permitido superar con creces el ingreso promedio de un chino con algún tipo de limitaciones físicas.

Tras superar las adversidades económicas ante la imposibilidad de obtener un empleo por su limitación física y fracasar en varios intentos de emprendimiento, hace varios años Meng decidió abrir un negocio e integrarse a una plataforma digital para comercializar animales vivos, principalmente ganado.

“No soy un hombre con discapacidad, soy un hombre de negocios en línea”, asegura Meng desde su rancho, cuyo ingreso anual es mayor a los 50 mil dólares, mucho más alto que el de una familia con personas con discapacidades en la zona rural de China, con un ingreso promedio de 200 dólares al año.

Meng forma parte de los más de ocho millones de emprendedores que aprovechan la plataforma de comercio electrónico Alibaba, de los cuales más de dos tercios son pequeñas y medianas empresas, un tercio son mujeres y uno por ciento son personas con discapacidades físicas.

A través de dicha plataforma, Meng no solo ha logrado en corto tiempo elevar su planilla laboral de uno a 200 criadores de animales, sino que también ha conseguido contratos internacionales, como el que acaba de obtener con un comprador de Dubai, que lo contactó por la red.

Esta es una de las cuatro historias que recoge el estudio Dividendos Digitales, que publica el Banco Mundial, el cual revela que las tecnologías pueden ayudar a mejorar la productividad de las empresas y por ende los ingresos.

Marc Schiffbauer, quien participó como investigador de dicho estudio del Banco Mundial, sostiene que las empresas deben apostar más por las tecnologías digitales para hacer crecer sus negocios, principalmente en países como Nicaragua donde el uso del internet para crecer es demasiado bajo.

Además el especialista afirma que tal es el potencial de crecimiento y aprovechamiento de las tecnologías, que en Nicaragua entre 1 y 2 por ciento de la población usa el dinero móvil, pese a que hasta 2014 el ochenta por ciento no tenía una cuenta financiera. Es decir, según Schiffbauer, que tomando en cuenta que gran parte de la población tiene un dispositivo móvil de comunicación, este debería ser usado para avanzar en la inclusión financiera.

LOS RETOS

Indhira Santos, investigadora del Banco Mundial, reconoce que para que la tecnología siga aportando más al desarrollo de la ciudadanía en general se debe avanzar en la reducción de la brecha digital, de tal manera que el acceso a esta sea universal y se aproveche para mejorar la productividad.

“Cuando miramos en el mundo el por ciento de empresas que usan la tecnología es bastante bajo. En países como Nicaragua, de ingreso medio bajo, solamente un 20 por ciento de las empresas pequeñas formales utiliza internet de banda ancha; y segundo, menos de una diez por ciento vende o compra por internet. Entonces si las empresas no están usando tecnología, no pueden esperar dividendos digitales (beneficios por el uso de las tecnologías digitales en el crecimiento, empleo y calidad de los servicios)”, enfatiza.

Para Santos no basta solo con tener la tecnología, “hay que usarla de forma productiva” y asegura que cuando las empresas adoptan el uso de esta su negocio pueden llegar a alcanzar la innovación.

“Cuando se utilizan tecnologías digitales, el capital físico se puede volver más productivo”, afirma

¿Cómo se logra mejorar la productividad? La especialista menciona que en el campo un productor con solo tener un teléfono móvil y recibir información en él sobre los precios de las materias primas, a nivel internacional, “puede tener grandes ganancias en término de productividad”.

Igualmente, Santos indica que los gobiernos deben apostar por un mayor uso de la tecnología en sus servicios y gestión pública para promover la inclusión social, esto permitiría que la ciudadanía tenga mayor incidencia en las políticas públicas y exigir rendición de cuenta.

ABARATAR COSTOS

Entre las razones de por qué la tecnología tiene baja incidencia entre los negocios, Santos afirma que la experiencia indica que se debe, por ejemplo, a la reducida penetración de la electricidad entre la población; elevados pagos de aranceles en los servicios tecnológicos o altos impuestos para llevar tecnología a un país.

Santos asegura que se necesita mejorar las competencias y habilidades de las personas mediante una mayor inversión en educación para que estas luego pueden aprovechar todo el potencial de la tecnología. A la par de esto, se tiene que aumentar la inversión en infraestructura y promover la no monopolización de los mercados tecnológicos.

EMPLEOS AMENAZADOS

La mitad de los empleos, que requieren habilidades medias en el mundo, también están en riesgo de desaparecer a largo plazo en los países en desarrollo, afirma Indhira Santos, investigadora del Banco Mundial y del estudio Dividendos Digitales.

Santos asegura que la tecnología avanza a tal velocidad que en los próximos años cientos de miles de puestos de trabajo ya no requerirán de mano de obra sino que serán automatizados, es decir por maquinarias.

Eso implica, según Santos, que los trabajadores deberán desarrollar nuevas habilidades que la tecnología no puede sustituir para sobrevivir en el mercado laboral. Por ejemplo, menciona a las secretarias, las que deberán desarrollar otras habilidades para no ser sustituidas por máquinas. Un ejemplo de esta desaparición son los agentes de viajes, los que ahora ya casi no son necesarios porque este servicio se vende en la red.

3,200 millones de usuarios hay en la internet, de los cuales 1,100 millones tienen internet de alta velocidad, según el informe Dividendos Digitales, del Banco Mundial 2016. En el mundo hay 7,400 millones de personas

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