14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Norman Cardoze, el mejor jugador de beisbol nacido en Masaya. LA PRENSA/ARCHIVO

Norman Cardoze, la “fiera” más brava de Masaya

Norman Cardoze no fue exactamente un ejemplo de buen comportamiento. Fastidiar a los demás era casi siempre su rasgo más visible. Pero sobre todo le gustaba mortificar a los lanzadores contrarios con un pesado bate que movía con singular maestría.

Norman Cardoze no fue exactamente un ejemplo de buen comportamiento. Fastidiar a los demás era casi siempre su rasgo más visible. Pero sobre todo le gustaba mortificar a los lanzadores contrarios con un pesado bate que movía con singular maestría.

Y como las bromas las tenía a flor de piel, no dejaba de sorprender la solemnidad con la que contestaba al teléfono cuando se le llamaba a su habitación en cualquier hotel en el extranjero, mientras era miembro de la Selección Nacional de beisbol.

“¡Buenas noches! Usted ha llamado a la oficina de la ‘columna vertebral’ del equipo de Nicaragua. ¿En qué le podemos servir?”, decía la voz ronca y ceremoniosa de Cardoze, desde el otro lado, antes de soltar una carcajada que lo regresaba a su modo habitual.

Cardoze compartió habitación muchos años con Henry Roa, el otrora formidable bateador de León. Y como Roa bateaba de tercero y Cardoze de cuarto, pero además, estos tipos bateaban, no había cuestionamientos respecto al título que se habían adjudicado.

“Ahí están los números míos y los del ‘chele’ (Roa). Éramos la columna vertebral de la Selección. Le dimos palo a un poco de gente durante más de diez años que estuvimos en el equipo. Eso está claro”, señala Cardoze, hombre de palabra directa.

Entre la gente a la que Cardoze le dio palo están lanzadores cubanos como Lázaro Valle, Omar Ajete y Orlando “Duque” Hernández, el estadounidense Casey Fossum y muchos otros más que luego saltaron a las Grandes Ligas.

“A Arrojo le pegué jonrón en Edmonton (1995) y ese mismo año en la Copa de Cuba le di duro a Lázaro Valle. A Fossum (ex big leaguer) lo sacudí fuerte en el Premundial de 1998 aquí. Y hay muchos más batazos por ahí”, asegura Cardoze.

Norman jugó 23 temporadas en el beisbol nacional y se retiró con promedio de .312 en su carrera, disparó 1,428 hits, de los cuales 183 fueron jonrones. Sin embargo, su pretensión inicial era ser ingeniero agrónomo y no jugador de beisbol.

“Al bachillerarme, iba para la universidad pero salió embarazada mi esposa (Fátima) y tuve que jugar. Además, que en aquel momento, se lesionó Alejandro Murillo, y Carlos Algaba, administrador del San Fernando, me fue a buscar y me quedé en el equipo”, afirma.

Lo demás es historia. Cardoze construyó una sólida carrera que lo convirtió en el mejor pelotero nacido en Masaya. Y su punto más alto lo logró el 7 de abril del 2004, cuando disparó jonrón en el séptimo juego de la Final ante Chinandega para decir el campeonato.

TRANCAZO A MAIRENA

“Ese batazo fue especial porque llegó en un momento complicado de mi vida. Estaba afectado con problemas renales, hasta sangraba, pero también con mi jodedera, mis vagancias, había rechazo de mi familia y con razón. El batazo trajo mucha paz”, asegura.

Cardoze descargó su tablazo en ese séptimo juego ante el zurdo Oswaldo Mairena, quien hacía solo dos años atrás, había militado en las Grandes Ligas con los Marlins de la Florida y además lanzaba en Venezuela o México en el receso. Esa noche Masaya enloqueció.

“Tuve momentos bonitos en mi carrera, pero pude ser mejor de lo que fui si me he cuidado. Todos sabemos que fui vago, pero aun así, logré unos buenos números de los cuales estoy orgulloso”, dice Cardoze, mentor del San Fernando.

Norman no vacila en señalar a Alberto “Guaracha” Castellón (q.e.p.d.) como la persona que más lo ayudó en su formación como pelotero. Castellón era hombre de mano y de palabra dura, pero logró incidir en Cardoze, hasta el punto que lo echa de menos ahora.

“A veces me pregunto, qué les habría dicho ‘Guaracha’ a estos chavalos de ahora, que les decís una cosa hoy y mañana ya se les olvidó. Imaginate que a mí me decía ‘verga vieja, que para nada servís’, pero yo le tenía cariño porque me corregía a su modo”, asegura Cardoze.

Este domingo, Cardoze será homenajeado en Masaya, antes del partido entre Bóer y San Fernando. Es una buena manera de agradecer a este ruidoso fabricante de emociones, por las huellas que dejó entre sus seguidores y el respeto a distancia entre sus oponentes.

1995, QUÉ CLASE DE AÑO

Norman Cardoze debutó con la selección en 1993 y en el 2007 seguía repartiendo palo, pero su año cumbre fue 1995, cuando en cuatro torneos bateó .393, con siete jonrones y 20 remolques.

Su faena cumbre fue en el Preolímpico de Edmonton ese año. Bateó .526 (19-10) con dos jonrones y ocho remolques. En la Copa de Cuba bateó .350 (20-7) con tres tablazos y nueve empujadas.

 

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí