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En 2015 solo en los meses de junio y octubre se produjeron lluvias que incluso dejaron inundaciones en varias zonas del país. LA PRENSA/ARCHIVO

Auguran buen invierno

Las previsiones climáticas indican que para mayo, El Niño alcance condiciones neutras y esto de lugar a que el segundo subperiodo lluvioso se espera un buen invierno.

Para este año se espera un buen invierno, aunque las lluvias llegarán un poco tarde con relación a la fecha tradicional de inicio, que históricamente ha sido en mayo.

Según las previsiones meteorológicas nacionales e internacionales, las lluvias podrían empezar en abril aunque de forma irregular y la estación lluviosa como tal, se prevé inicie a finales de mayo.

Aunque para entonces, Nicaragua todavía se encontrará bajo la influencia del fenómeno de El Niño, que se espera alcance condiciones neutras hasta ya entrado el segundo trimestre del año (abril, mayo, junio), explicó Abdel García, oficial de Gestión de Riesgo de Centro Humboldt.

“Creemos nosotros que va a llover pero no va a ser intensa la primera parte del invierno, quizás debajo de la norma.

El invierno que entrará no va a ser tan deficitario como el del año pasado, pero tampoco va a ser un invierno excelente en la primera parte ”, afirmó García.

Hasta ahora, el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter) no ha brindado un informe público de las perspectivas de la estación lluviosa de este año.

La única información sobre esto hasta ahora es la brindada por Rosario Murillo, vocera del Gobierno, quien afirmó ayer en medios oficialistas que “se espera que tengamos un buen invierno. Yo creo que, con la bendición de Dios, podemos aspirar a tener un buen invierno y a tener buenos cultivos y buenas cosechas”.

Según las previsiones de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA por sus siglas en inglés) “El Niño permanece fuerte, porque la temperatura de la superficie de las aguas en la zona centro-este del Pacífico tropical continúa tibia”.

Sin embargo, la NOAA afirma que es probable que El Niño se convierta en neutral para finales de la primavera o inicios del verano de 2016 (entre junio y julio en el hemisferio norte), y existe la posibilidad de que se produzca el inicio de La Niña en el otoño (septiembre en el hemisferio norte).

Esto coincide con lo proyectado por el Comité Regional de Recursos Hidráulicos (CRRH-SICA) quien en un informe climático “prevé que El Niño llegue a condiciones neutras en el primer semestre del año, pero que aun así, durante marzo y abril continuarán las temperaturas más cálidas que lo normal en el Pacífico Tropical”.

POSIBLES RIESGOS DE EXCESO DE LLUVIA

Teniendo en cuenta que al inicio de la estación lluviosa todavía habrá influencia de El Niño, García prevé que es posible se produzcan lluvias como las de junio de 2015, que se caracterizaron por grandes cantidades de agua en poco tiempo.

Asimismo, para el segundo subperiodo lluvioso, García explicó que es posible incluso la formación de huracanes, teniendo en cuenta que “hemos venido en tres temporadas consecutivas de que el régimen de ciclones tropicales no se han cumplido”.

Esta tesis es respaldada, según García, por factores como el cambio en las temperaturas. “Se ha visto que hay cambios, estamos en el mes más caluroso pero no tenemos temperaturas como las de noviembre o diciembre del año pasado que fueron súper calurosos. Han habido varios frentes fríos y eso es una respuesta de la atmósfera también”, explicó García.

La previsión de un segundo subperiodo lluvioso intenso y con posibilidad de huracán, según García, se basa en que “estamos en periodo de retorno, cada 10 años sufrimos el impacto de un huracán fuerte, otro indicio es que después de episodios de Niños hay huracanes, por respuesta a la atmósfera a superar las normas históricas de ciclones tropicales”.

COSECHA DE AGUA

Ante la posibilidad de un segundo subperiodo lluvioso bueno, Abdel García, oficial de Gestión de Riesgo de Centro Humboldt, considera necesario se adopten medidas como la cosecha agua, para retener el agua que la lluvia deje.

Ya que, si bien el 2016 y 2017 se espera traigan buenos inviernos, el 2018 se prevé sean otra vez deficitarios.
En varias zonas del país, sobre todo en el Corredor Seco, los productores han construido lagunetas para procurar almacenar agua y subsistir.

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