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La falta de transparencia

Situaciones como las “contrataciones especiales” de la Empresa Portuaria Nacional (EPN), que fueron reveladas por una investigación periodística de LA PRENSA, explican por qué Nicaragua ocupa uno de los peores lugares en el índice de percepción de corrupción en el mundo.

Realmente, no es por casualidad que Nicaragua ocupó en el Índice de Percepción de Corrupción del año pasado, elaborado por Transparencia Internacional, el lugar número 130 entre los países percibidos como los más corruptos del planeta. Y en el ámbito de América Latina y el Caribe se colocó en el sitio número 23.

Tampoco es por gusto ni mala intención de nadie, que Nicaragua ocupe esos vergonzosos lugares en el ranking mundial y regional de corrupción. Es por casos como el de la mencionada EPN, que el año pasado otorgó unos tres millones 380,000 dólares en contratos directos aplicando una figura de “contratación especial” que no existe en la Ley de Contrataciones del Estado ni en su Reglamento.

Once empresas fueron beneficiadas con 15 contratos “especiales”, según la investigación realizada por el periodista Moisés Martínez, acerca de lo cual las autoridades se han negado a dar explicaciones y entre los contratistas beneficiados algunos justifican las contrataciones alegando que se hicieron legalmente y otros simplemente se han enojado por la divulgación de la noticia.

Siendo generosos en el enfoque de este caso de legítimo interés público, podríamos admitir que tal vez esas “contrataciones especiales” no son para beneficiar a algunas personas por encima de la ley, y que no hay coimas para los funcionarios públicos que las otorgan ni vulneración a las normas de libre competencia e igualdad de oportunidades en las contrataciones de los privados con el Estado.

Sin embargo, la negativa de información se presta para sospechar e inclusive creer que hay algo indebido que se quiere ocultar. En realidad, si los funcionarios públicos administran correctamente los bienes del Estado y el dinero de los ciudadanos contribuyentes, no deberían negar la información acerca de cuáles son los fundamentos legales de tales “contrataciones especiales”.

Las investigaciones e informes sobre la corrupción que elaboraron organismos de gran prestigio y competencia profesional, como la de Transparencia Internacional que hemos mencionado anteriormente, enseñan que los países donde hay transparencia gubernamental son los que más y mejor progresan, en tanto que la falta de ella es un freno al crecimiento y desarrollo, en todos los sentidos.

Por eso es que de manera reiterada hemos expresado el criterio de que la economía de Nicaragua andaría mucho mejor si hubiese transparencia gubernamental. Y también decimos que los ciudadanos y las organizaciones sociales y políticas que los representan, deberían ser más activos y enérgicos en reclamar rendición de cuentas a los gobernantes y servidores públicos. Si la ciudadanía tuviera más conciencia del grave daño que causa la corrupción, se alzaría a la lucha contra los corruptos como lo están haciendo actualmente los brasileños, guatemaltecos, hondureños y venezolanos, para citar solo algunos ejemplos.

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