14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

¿Por qué tan alta la tarifa de energía?

Por la importancia de este tema que nos afecta a todos los nicaragüenses que estamos conectados al sistema nacional, que somos la inmensa mayoría, voy a retomarlo en este artículo resumiendo lo que él dice, desde la posición cimera que ocupa en este campo y haciendo mis propias conclusiones.

En una extensa entrevista publicada en LA PRENSA el pasado domingo, el presidente de la Cámara de Energía de Nicaragua y gerente de la empresa generadora IC Power, César Zamora Hinojos, deja claro por qué la tarifa de energía eléctrica en Nicaragua es la más cara de Latinoamérica, según afirma.

Por la importancia de este tema que nos afecta a todos los nicaragüenses que estamos conectados al sistema nacional, que somos la inmensa mayoría, voy a retomarlo en este artículo resumiendo lo que él dice, desde la posición cimera que ocupa en este campo y haciendo mis propias conclusiones.

La primera razón es que Nicaragua es también el país donde un 40 por ciento paga la energía más barata. Es más barata para ciudadanos de escasos recursos que consumen menos de 300 kilovatios al mes, pero el diferencial de lo que la energía realmente cuesta y lo que pagan, lo asume el 60 por ciento que paga la energía más cara de la región.

¿Qué candidato en su sano juicio propondría en un año electoral, como promesa de campaña, que va “eliminar todos los subsidios”, comenzando por el de los que consumen menos de 300 kilovatios al mes?

Pero el problema no es que solo hay esta tarifa especial o subsidiada, sino que dentro del 60 por ciento hay algunas industrias que pagan con una tarifa mayor y otras que pagan con una tarifa preferencial, según Zamora, porque acordaron a inicios del primer gobierno de Ortega, que para ser competitivos a nivel centroamericano, tenían que estar bajo un régimen tarifario especial. Esto recarga más el peso sobre una parte de ese 60 por ciento que sí paga la energía más cara de la región, entre los que figuran la energía industrial, comercial y residencial.

Resolver esta dicotomía es uno de los temas, que según Zamora, van a abordar el Cosep y el Gobierno este año 2016.

Según Zamora, el diálogo que tienen la Cámara de Energía y el Cosep con el Gobierno ha rendido frutos, uno de ellos es la inyección al sistema de 200 megas de plantas térmicas por parte del Gobierno y unos 380 megas por parte del sector privado con una inversión de mil millones de dólares. Esto acabó con el racionamiento de energía de hasta ocho horas que existía cuando tomó posición Ortega en su primer mandato y comenzó a revertir la matriz energética hacia la energía limpia.

Ese diálogo permanente ha resultado en acuerdos como la reducción del 10 por ciento de la tarifa eléctrica el año pasado. Que pudo ser mucho mayor, de no ser porque para no afectar demasiado la tarifa eléctrica al consumidor cuando el búnker estaba entre 80 y 100 dólares el barril, el gobierno se financió con préstamos a Albanisa para pagar a las generadoras, subsidiando de hecho la tarifa y ahora que el petróleo está a niveles de 30 dólares el barril, con parte del ahorro se paga dicho préstamo.

Según David Castillo, otra parte del ahorro que se genera por los bajos precios del petróleo sirve para financiar las deudas que Enacal tiene con la distribuidora de energía, de lo contrario, Enacal tendría que incrementar dramáticamente sus tarifas o reducir su servicio del vital líquido a la población.

Otro componente del ahorro de energía, de hasta un 30 por ciento se destina a programas sociales del Gobierno. Estos programas han sido criticados en la Asamblea Nacional por la bancada PLI por ser de carácter político o asistencialista. La posición de nuestra bancada ha sido que todo el ahorro que se derive de la reducción de los precios internacionales del petróleo debe de revertirse en una reducción tarifaria que beneficie a la mayor parte de ese 60 por ciento sobre el cual recae el mayor peso de la carga tarifaria.

Utilizar discrecionalmente los fondos que se generan por este ahorro constituye un impuesto disfrazado e ilegal, una recarga impositiva a los bolsillos del consumidor, lo que a su vez disminuye nuestro margen de competitividad a nivel internacional.

Finalmente, creo que no se debe satanizar el diálogo entre el gobierno y el sector privado a través del Cosep, creo que ha sido positivo para la bienandanza de la economía del país, pero no debe ser el único canal, el diálogo como propusieron los obispos en su carta pastoral del 2014 debe ser más incluyente y franco para la solución de los problemas nacionales, sobre todo, a las puertas de un proceso electoral complejo.

El autor es diputado de la Bancada Alianza PLI y Presidente de la Comisión de Turismo.

Puede interesarte

COMENTARIOS

  1. Pancho Madrigal (el censurado)
    Hace 8 años

    Conclusion: al 60% que paga de verdad le estan sacando el jugo.

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí