Desde niña imaginó el momento de su boda. Shantall se mira al espejo vestida de novia. Un vestido corte sirena era lo que siempre soñaba, “jamás me imaginé en uno estilo princesa”, cuenta.
Luego de probarse cientos de vestidos de novia en Nicaragua, Nueva York y Miami sabía lo que quería, o eso pensaba. “En un viaje a Nueva York que andaba buscando telas para una nueva colección que voy a realizar de novias miré una tela y fue amor a primera vista. No me importó el precio, sabía que era la tela para mi vestido”, relata. No lo dudó y la compró.
Al llegar a Nicaragua extiende la tela sobre su cuerpo y se ve al espejo para imaginar su diseño, sorpresa, no era lo que ella pensaba. “Ya no me gustó. La tela era tan bella que no necesitaba diseño y yo quería el sello Shantall en mi vestido”.
EL MAYOR RETO
A tan solo dos meses de la boda Lacayo tenía que comenzar de cero. “Hacer mi vestido de novia es el mayor reto que he tenido en mi vida. Ahora entiendo por qué las novias no saben lo que quieren, es complicado”, manifestó.
Comenzó recortando aplicaciones de otra de las telas que había traído, el problema era que estas eran color arena, no el hueso que ella tenía en mente. Confiesa que su vestido está hecho a mano, es de corte clásico. “Una amiga me dijo: ‘Un vestido sirena lo podés usar en cualquier momento de tu vida. El día de tu boda es el único día que podés verte como princesa’, y así lo hice”.
“Mi vestido lleva cola, una falda amplia en tul, fustán para levantarlo y lo mejor de todo es que es en varias piezas, ya que no quiero guardarlo, quiero usarlo nuevamente, por eso está elaborado en piezas sueltas”, relata Shantall, quien se considera la novia más fresca del mundo.
El vestido, en la foto, aún no está terminado y la boda es este sábado 19 a las 3:00 p.m. en Esquipulas. “Estoy tranquila, sé que estará terminado, confío en mi equipo de trabajo”, dice mientras suspira.
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